miércoles, 29 de julio de 2020

¿Quién Soy Yo?.


Hoy quiero compartir algo sobre mi vida y además hacer saber qué todas las publicaciones vertidas en esta página web desde el año 2009 son redactadas y generadas desde la propia iniciativa y recogida de mi experiencia como paciente bipolar y a la vez del compartir durante treinta años de tratamiento con mis pares, ya sea de manera directa como Monitora o a través de Internet y del diálogo escrito. 

Ha sido mi propósito de responsabilidad y compromiso personal que me  inspira en desarrollar de manera reflexiva lo que he recogido de mi propio sentir y del valioso aporte de la psiquiatría, psicoanálisis como también lo referente al ámbito terapéutico, todo ese aporte más el apoyo de mi familia y mi entrega por poner la mejor disposición, ha permitido abandonar mis lágrimas y fortalecer mi espíritu y así no sólo conseguir que quienes me aman no sufran sino también para ir en ayuda, orientación y apoyo para quienes lo necesiten. 

Soy Susana Patricia Rodríguez Hidalgo, mi historia clínica en relación a este diagnóstico, ocurre a mis 38 años, cuando la plenitud de unión matrimonial junto a mis dos adorables hijos nos llenaba de felicidad, pero algo maligno quiso arrebatar lo que no dañaba a nadie.

Sobre nuestro sufrimiento solo puedo decir que mi esposo, nuestros hijos además de mi familia, de raíz no solo creyente sino de nobleza de corazón y oración fervorosa la  que ha sido bendecida y escuchada, es lo que ha permitido recuperar en el tiempo la dicha aplastada y perdida.

...Pero debo decir que dejé de identificarme con una religión, después  qué en un momento busqué refugio en un templo al  sentirme presa del mal y nos cerraron la puerta porque a las 21:00 hrs. no atendían, éso permitió reconocer lo que dijo Jesús "Dios no es religión" y desde esa vez basta hacer silencio, cerrar los párpados para tocar la pureza y el espíritu divino, así es como me he sanado y salvado de lo que se pretende activar en mí y en los mío, eso llamado fastidio.

Hoy a mis 70 años junto a mi marido, los dos jubilados con dos hijos responsables, decidimos empezar de nuevo en un Archipiélago al sur de nuestro país Chile ubicado en Sudamérica, donde aprendemos qué aún se mantiene vigente la honradez, la solidaridad y la aceptación a todo quien no perjudique las costumbres como tampoco su tierra.

Muchas veces perdí  el interés por vivir, porque no entendía lo que pasaba por mi, pero ahora por momentos quisiera que se detuviera el tiempo, para compartir todo lo que tengo que decir sobre cómo fue que sepulté la idea de creer que este trastorno nunca iba a cambiar y de  alguna manera lo estoy haciendo. 

Ahora quiero compartir un pedazo de este pasaje de vida en la Isla Grande  Chiloé, donde coincide  con lo que afecta al mundo entero una pandemia que aún no tiene vacuna y que sólo la distancia y el autocuidado nos mantiene sin mayor riesgo de contagio.

Aquí en Chiloé aún se mantienen vigente costumbres ancestrales y los chilotes no saben  lo que significa reafirmarse en su personalidad sino qué en su propio espíritu. 

Hasta el menos creyente asocia a este lugar como vivir en el Paraíso, concepto relativo a Dios.
Y tiene mucho de verdad en el sentido que es un lugar donde natura se muestra bella y pura y  gracias al valor y la fuerza espiritual de su gente que la protege, como lo que es ella, la verdadera madre naturaleza.

Hay que vivir un invierno entre Isla e Isla, para sentir lo que son los sonidos que el clima expresa más intensamente de noche y día... entre colinas y colinas.

Aquí se conoce del valor de la importancia y de su significado, no hay algo que interrumpa o distraiga a los isleños, porque nacieron siendo alma de todo su habitad, ellos mismos son una mar agitada, pájaros al vuelo, balido, mugido, son silbido del viento, sobre cada techo se hacen nubes con su energía sobre estas islas lejanas.

Son voluntad  y fuerza, construyen entre ellos... y con sus propias manos, ensamblan su barca y saben cuándo a la mar lanzarla.

A quienes lleguen algunas vez a esta tierra amada, verán que la sencillez de su gente es su grandeza...porque sabe de lo que fue y puede ser caminar a pies descalzos, trabajar desde pequeños, ayudando a los hombres de mar o ha cruzar a otro igual, al otro lado del río...

En estas tierras lejanas del mundo, la responsabilidad y el compromiso es algo netamente innato en su gente, día a día, nada les impide trabajar o caminar, paso a paso, a hombres y mujeres con sus hijos aún en brazos... no es impedimento fuertes lluvias, viento o frío.

Cada familia cosecha, siembra y cultiva y protege el alimento diario que le brinda su esfuerzo y su tierra querida.

No necesitan ni saber leer ni escribir, porque llevan a flor de piel el profundo significado del ciclo de la naturaleza...

Para nosotros, lejos de esta vida de intrínseco valor cultural, casi nos incomoda, reconocernos lejos del desarrollo humano de supervivencia y de lo increíblemente estructurados que nos hizo el urbanismo... cegándonos por sí mismos, las luces artificiales de la ciudad y la mirada del juicio.

En este capítulo de vida y de vejez, donde vinimos de paso por Chiloé, hemos aprendido que Dios es el sustento, que aquí la palabra se cumple, que el chilote no conoce lo que es la mezquindad, como tampoco la pobreza y que si percibimos un dejo de desconfianza, es porque su propia naturaleza le regaló su dignidad y saber cómo protegerla.

Hoy elevamos una plegaria por estas cuarenta Islas de Chiloé y por el espíritu incomparable de su gente, quienes permiten que viajen por sus colinas... flores silvestres, insectos y animales.

Susana Rodríguez Hidalgo

martes, 28 de julio de 2020

La Ciencia Hace Conciencia.


La Psiquiatría una Ayuda en el Comportamiento Humano. 

En un comienzo entrar al mundo extraño, absurdo, odioso de la bipolaridad es vivir una batalla a ciegas, sin saber siquiera cuál es la razón de enfretarse a combatir con algo que paraliza la razón y el buen espíritu.

Una constante lucha contra lo que no creo que alguien a conciencia lo haya elegido, algo desconocido que en el tiempo nos enseña qué lo mejor es no analizar sino dejarlo pasar... porque lo absurdo sería querer entrar en dilucidar un misterio, ni una vida entera ni el infinito mismo alcanzaría para entender lo que es un misterio, sin embargo siempre vive en uno mismo la intención de aferrarse al milagro, tantos dan testimonio de fe de un precioso milagro qué de serlo no debe ser cosa de privilegio, entonces porque no poner esperanza y ver si también me escucha... para eso habrá que saber buscar cuál es el camino. 

La ciencia hace conciencia y de ella nace la neurociencia y tanto hombre de buena voluntad con la intención de rescatar a otro igual del dolor y recoge a través de sus desvelos el estudio de la medicina y en este caso a través de la rama de la psiquiatría, con  la buena intención de encontrar la calma en el comportamiento humano.

Sabemos mucho de lo que nos falta para mejorar, pero poco reconocemos la ayuda terapéutica que recibimos y no sólo de los profesionales sino de la familia y ¿porqué? porque las respuestas siempre las buscamos afuera y de lo que padecemos, consideramos culpables a otros y aunque sea cierto, eso no nos sirve para encontrar la paz que necesitamos, la paz se encuentra en dejar pasar lo que nos dañó... y en entender que cada uno es dueño de sus pecados. 

Así es como generalmente más que poner entusiasmo en reconstruirnos, más bien nos atrae el poder que tiene el padecer y así es cómo contemplamos el propio dolor, pero desde la vereda de enfrente y no como la verdad misma "que todo empieza y termina en uno mismo". 

El miedo, la confianza, la rabia, la alegría, el rencor, el amor, la dicha o el pesar y todos los sentimientos pertenecen a la propia elección e intención.

Así como nosotros no entendemos a los demás, nadie puede entender lo que sentimos como tampoco podemos pedir se haga cargo otro de lo que pensamos.

Se agrava la causa de la confusión y de la rabia, cuando vivimos a la espera que nos comprendan, compadezcan o nos ayuden a salir del sufrimiento, siendo qué uno mismo conociendo lo que es el sufrimiento, no ha perdido la capacidad de hacer feliz a otro. 

Susana Rodríguez Hidalgo 

¿Qué Vive el Paciente y Cómo Mejora?


¿Qué vive y cómo mejora la vida de una persona que transita por la bipolaridad?

Para muchas personas resulta muy interesante la experiencia de un paciente que transita por la enfermedad bipolar, porque cambia el concepto que se tiene de manera generalizada a través de la mirada médica, la que por fortuna existe gracias a la ciencia y es lo que permite controlar estos estados de gran aflicción para el paciente y la familia. 

Como experiencia puedo decir que ningún síntoma y opinión es suficiente para saber qué hacer con el paciente, siendo varios los síntomas y características de la afección bipolar, el más relevante para destacar es que la persona cambia sus conductas, se vuelve  más osado sin medir consecuencias, por poner solo un ejemplo, dentro de ellos hacer uso de tarjetas como si le sobrara el dinero. 

Lo único que a la persona le permite salir de la confusión, es ante todo, conseguir una evaluación con un médico psiquiatra "especialista" en enfermedades del ánimo, no un médico psiquiatra general, porque esta enfermedad relacionada con cambios de conductas y que tiene que ver con el descontrol de las emociones por lo que "siente" la persona, terminando con  la alteración del pensamiento, puede confundirse con otro diagnóstico. 

Aún no siendo fácil de comprender lo delicado de esta enfermedad, en el tiempo y con la absoluta aceptación y responsabilidad del paciente, la persona se desempeña en normalidad y muchas veces algunos destacándose porque a pesar de lo no entendible, el gen bipolar aporta inteligencia y creatividad a quien la padece.

Entonces la solución primera se encuentra en conseguir el diagnóstico real de bipolaridad, la que a veces se confunde con otros diagnósticos de la psiquiatría.

Es importante considerar que el tratamiento que es de por vida y personalizado... no sana, sino que permite no recaer en la enfermedad, la que afecta solo por períodos de tiempo a la persona y que requiere durante ese tiempo un tratamiento más riguroso y una necesaria convalecencia para recuperarse.

El tratamiento cada 12 horas es estricto y necesario para recubrir las neuronas, lo que permite el equilibrio tanto mental como del ánimo, los medicamentos son químicos denominados estabilizadores del ánimo y es de esto de lo que se deriva el sobrellevar una vida normal.
Dentro del tratamiento la ayuda de una terapia psicológica, permite al paciente la aceptación tanto así del tratamiento, como de la necesidad del cambio de hábitos para su mejor desarrollo. 

Un paciente bipolar no siempre está enfermo, cuando está en armonía, de él dependerá su bienestar al considerar lo importante que es cuidar lo que siente desde donde surge lo que piensa y luego no solo decide sino que influye en sus sensaciones y emociones. 

Una imagen, un color, una palabra no tiene el mismo significado para todos. 

Susana Rodríguez Hidalgo 

Depresión versus Bipolaridad


La enfermedad bipolar es un trastorno del ánimo qué sin tratamiento impide a la persona que la experimenta, la capacidad de decidir como enfrentar o disponerse por sí mismo a desempeñarse en el día a día. El origen de este síndrome es de orden emocional y en mi experiencia originado por el miedo infundado, lo cual impide la estabilidad y el equilibrio en los hábitos y conductas.

Si bien es cierto todos permanecemos activos a través de la energía del ánimo, quienes experimentan manifestaciones dispares en su propio ánimo, representado por un excesivo optimismo y luego decae en una tristeza profunda que puede perdurar por un tiempo, estos estados opuestos...  son un motivo para consultar a un médico psiquiatra, quien pueda ayudar a definir si tiene relación con el Trastorno Afectivo Bipolar.

Siendo la especialidad de psiquiatría en medicina la que ayuda a prevenir, evaluar y diagnosticar a las personas en relación a la salud mental en el caso de la bipolaridad, es importante considerar qué el médico psiquiatra tenga conocimiento especializado en relación a los "medicamentos específicos" que requiere el tratamiento para este diagnóstico, el qué además de ser personalizado y de por vida, debe ser constantemente evaluado por el médico tratante.

El compartir con un sinnúmero de pacientes, los cuales muchos de ellos reconocen no haber sabido qué al consultar a un médico "solamente" cuando se sintieron "depresivos", sin considerar informarle de sus cambios de conductas y de un ánimo extremadamente alto, impide la ayuda al profesional, para obtener el diagnóstico real de acuerdo a sus desórdenes del ánimo.

Recuerdo el caso de Renato, que pasó años dejando su tratamiento, porque aseguraba que eran los medicamentos que transformaban su personalidad, impidiéndole atreverse a ser libre sin importarle la crítica, después de años y de varias recaídas, entendió que era real qué su verdadera personalidad era de temperamento más bien pasivo y... de la necesidad de la aceptación, del hazte cargo y el date cuenta. 

Esta enfermedad no es inválidante, pero dependerá del profesional médico-psiquiatra y de lo que él indique como tratamiento, lo que permitirá evitar los síntomas tan complejos y delicados, como tambien y principalmente de la responsabilidad de quien la padece, la bipolaridad exige cultivar mesura, fe y disciplina en los hábitos. 

Susana Rodríguez Hidalgo. 

¿Qué es lo que piensas tú de eso?


Durante el último tiempo ha servido el correo librobipolar@gmail.com como nexo para recibir aviso de la necesidad de ayuda. 

Leonardo después de restablecer su relación de familia al haberla perdido por el descontrol de sus crisis, mantuvo una comunicación constante y resultó ser optimista y disciplinado y dentro de esa comunicación me atreví a hacerle llegar lo siguiente de acuerdo a sus inquietudes. 

Lo pensé bien antes de escribirte, quiero sugerirte algunas recomendaciones para que ayudes a dar confianza a quienes son importantes para ti y para que te demuestres a sí mismo lo real qué es que todo no va mal, porque siempre ocurre algo que nos demuestra que vamos bien.

Hazte el propósito de concentrar tus diálogos "sin mencionar" algo relacionado sobre la bipolaridad. 

Comenta buenos recuerdos de personas en común con tu familia que Uds. estiman.

Trata a  tu esposa como si fuera tu más distinguida visita a tus hijos y a los más cercanos, eso permite conseguir respeto mutuo. 

Como les sugieró a Uds. alguno de los médicos acérquense a la vida espiritual, somos muchos los que hemos comprobado como cambia el destino del miedo cuando hacemos un Padrenuestro en virtud de nuestra íntima manera de relacionarnos con lo Supremo. 

A la hora del almuerzo o por la tarde noche, cuando estén compartiendo  la mesa pregunta a los niños a quién de ellos les gustaría decirle algo a Dios y si te preguntan ¿quién es? respondes que Diosito es todo lo bueno que vive en las personas y en tí hijo, en la mamá, en mí y en tus hermanos. 

Todo lo bello, bueno y puro es Dios y si te hacen más preguntas le dices que eso lo vamos a conversar con más tranquilidad mañana, así te dejas tiempo para reflexionar porque en el silencio espiritual, todos encontramos las respuestas...

No te sientas con la obligación de tener respuestas para todo, porque en todos existe una verdad y uno puede ayudar a discernir a los  demás, diciendo y de lo qué me preguntas ¿Qué es lo que piensas tú de eso?

Y ahora te sugiero algo para ti en lo personal, una manera sencilla de despejar preocupaciones como pacientes, es escribir aquello que nos angustia o nos agobia en un papel y después deshecharlo, porque nada que no sea bueno nos pertenece. 

Un punto importante de considerar es que nosotros sólo estamos enfermos cuando nos descompensamos, cuando perdemos la luz propia involuntariamente, sin síntomas de la enfermedad no perdemos la facultad de desarrollarnos tan normal como otro con capacidad de ser autosuficientes, de cuidar el buen trato, cumplir  con nuestras obligaciones, fortalecernos en la fe si lo deseamos y ser cuidadosos en no malpensar.

Espero te sirva. 



lunes, 27 de julio de 2020

,Estuve Ausente.


Estuve ausente durante algunos meses, por esto que nos conmueve a todos, una pandemia mundial que de alguna manera descontroló mi rutina, afortunadamente por ahora solo la rutina. 


Aun ausente en este medio no perdi el nexo con aquellos que lo necesitan y más aún hoy por lo que ocurre nosotros, quienes como pacientes nos afectamos y reactivamos como personas inseguras, vulnerables, asustadizos y aunque tiendo a dejar pasar lo que no entiendo o me preocupa, igualmente me vi  afectada por un estado si es que no fue depresivo, fueron días que no me di cuenta que pasaron. 


Desgano, sueño, no reconocí otro síntoma y el motivo tal vez haya sido el temor a lo que no se sabe lo que puede venir, me dolió la muerte de tantos italianos y luego de otros tantos hermanos de otros países que dejaron a alguien triste. 


Yo vivo en Chile y por ahora en el Archipiélago de Chiloé 40 islas lejanas al sur de mi país en Sudamérica, donde son menos los casos de Covid-19, nosotros vivimos en lugar rural donde no hay tiendas, supermercados, restaurantes, bancos ni policías como tampoco ruido, aquí existe el buen vecino, el silencio y la compañía son las gaviotas, bandurrias, gansos, el canto del gallo, el balido de las ovejas y todo lo propio de un lugar donde el hombre siembra, cultiva, cosecha y cuida lo que necesite para vivir. 

Doy gracias a todas las personas que me ayudaron a restablecer el dominio de www.yobipolar.com que me permite volver a poder aportar, apoyar y acompañar a quienes confían que de mi verdad pueden hacer la suya. 


Susana Rodríguez Hidalgo 

librobipolar@gmail.com