sábado, 15 de mayo de 2010

¿Por qué sufrimos?

Recibí un correo de alguien que me pregunta, ¿Por qué sufrimos?

Querida Laura: sobre la pregunta ¿por qué sufrimos? la mejor respuesta está en uno mismo, pero en mi experiencia somos nosotros mismos los que ponemos dolor en nuestra existencia.

Principalmente nos hacen sufrir las cosas que no se nos cumplen, pensando que son muy importantes, los deseos no cumplidos nos cambian las confianzas y decae el estado de ánimo, nos aparece la decepción, el sentido del fracaso y aparece la razón del sufrimiento.

Con los años y las experiencias de vida, he aprendido a dar menos importancia a mis propósitos o anhelos; si resultan, resultan, si no pienso que no era el momento, hoy me animo en valorar mucho más mis virtudes, que no cambian aunque no me vaya bien en otros aspectos, el valor que tenemos, cada uno, como seres "únicos e irrepetibles" es lo que cuenta, con eso se consigue mucho mas la libertad y no vivir con la aprehensión que nos tiene que ir bien, porque ya nos va bien siendo lo que somos y mejor es, si cada cual quiere evolucionar como ser humano.

Lo que no es bueno también nos sirve, creo que conociendo por ejemplo; a las malas personas, puedo darme cuenta quienes son lo contrario y así no perder la confianza en el ser humano.

Una parte importante dentro de mi desarrollo está en el haber alcanzado a reconocer también mis defectos, parte inherente al ser humano, logré entender que no por eso perdemos nuestros derechos ante la sociedad; el conocer los defectos nos da la posibilidad de corregirnos y por lo tanto esculpir el Ser, una gran tarea como para apartarnos del sufrimiento.

Cada día es un nuevo afán, la dedicación que elijamos por desarrollar puede llegar ha causarnos alegría o sinsabores, sin duda todo está en ti, en mí, en cada cual, no en los demás. Hoy me reconozco una hormiga dentro del universo, pero esa hormiga para el universo también es importante, tanto como cualquier ser de Él, entonces, tengo un compromiso con ÉL también, estar en armonía para que siga girando sin alteración.

Hoy lo que me aparta del sufrimiento es creer en mí, es lo que mejor conozco y en lo que más confío.
Conocerme, me ha hecho muy bien, estoy cierta que puedo equivocarme, pero entiendo que no es mi intención, entonces acepto ahora mis equivocaciones. Como alguien dijo: “La perfección no es un atributo de la naturaleza humana”

Me importa el camino de la realización (así sea simplemente mirar el Cielo) mi ser se llena de gozo, encuentro en algo tan aparentemente simple, la felicidad, la observación de la naturaleza me hace evolucionar.

Me sirve mirar lo que no me gusta de la sociedad, para saber lo que a mí me gusta de ella y cultivarlo.

Te puedo hablar desde mi experiencia, de mi perspectiva, de la mirada que interiormente tengo ante la vida, lo externo no es más fuerte hoy en mí, antes era muy influenciable, mi bipolaridad me hizo crecer.

Conozco y palpé el sufrimiento como muchos, pero descubrí que yo misma me lo causaba. Hoy ni siquiera, muchas veces, lo recuerdo y si viene me levanto, me limpio las rodillas y vuelvo a mirar el cielo, quien siempre me espera.

Ojalá de todo lo que digo, haya algo que sea finalmente un humilde aporte.

Me gustaría saber de ti ¿qué te hace feliz?

Un abrazo

miércoles, 12 de mayo de 2010

¿A QUIÉN LE MOLESTA UN PÉTALO DE TANTOS QUE TIENE UNA FLOR?

martes, 11 de mayo de 2010

Los niños y adultos

Cuando nos situamos sólo en nuestro beneficio, perdemos la responsabilidad que tenemos como seres fraternales ante la sociedad.

En un curso de tercero básico, niños de 7 y 8 años de un colegio público, está Joaquín un chico que agrede a sus compañeritos, niños y niñas, las mamás solicitan entrevista con el Director quien pide le den tiempo para buscar una solución; creció la molestia, sin comprender que evaluar a un chiquito requiere de tiempo y de encontrar al especialista que pueda dar opinión o tratamiento.

Varias mamás, piensan en cambiar de colegios a sus hijos, creyendo que será la solución, sin pensar que donde irán, tal vez, haya otro chico impulsivo tambien. Escapar sin aportar, no deja algo para uno ni para los demás.

Por eso pienso que perdemos la responsabilidad como sociedad, caemos en la discriminación, el rechazo, la desconfianza y no en el amor, que es lo que probablemte le falta a Joaquín.

Joaquín es pequeñito y si ponemos atención en él, podrá mejorar, pero en conjunto habrá que tratar a la familia donde insatisfacciones, frustraciones pueden ser la causa de la conducta de Joaquín.

Siempre se habla de las familias disfunsionales del hoy, una familia que no satisface las necesidades emocionales de sus integrantes, no cumple con sus funciones, digo, porque muchas veces, son herencia de lo que recibieron como formación. Me parece importante dar a conocer mucho más, lo que es una familia funcional que es aquella en la cual, las reglas de convivencia, son flexibles y respetuosas, podría comparar esta idea con dar el mismo trato a nuestra familia con la que le damos a nuestras visitas...

Hacemos responsables a niños y adolescentes, principios y valores en ellos no cuentan, mientras sus padres los desconozcan y vivan confundidos por el medio o el sistema, no permitiéndose ellos mismos, desarrollar su individualidad, su creatividad, su dignidad cualesquiera que sea su nivel socio-económico.

Cuando mi amiga me comentó de este caso y lo inquieta que estaba ella tambien, cambió su mirada ante los hechos, cuando concluímos que más que rechazar a Joaquín había que ayudarlo; ella se tranquilizó y se abocó a ver que podemos hacer en conjunto por Joaquín.

lunes, 3 de mayo de 2010

Este fin de semana

Este fin de semana la madre de Francisco llama, busca ayuda, su hijo está fuera de control, viven en un pueblo lejos de la capital.

Llamo al Hospital de ese lugar, no hay Internación...

Ya había ido a urgencia, pasó el efecto del tranquilizante, volvió la crisis, logré hablar con él, me sorprendió lo claro que tenia la causa de su crisis, primero comprensión, contención, hacerle ver que todo puede ser menos peor de lo que él lo ve.

La contención para él y la familia, fue durante el día, si llegasemos a comprender como pacientes lo doloroso que es para quienes nos quieren, vernos fuera de control, más aún, sin saber que hacer. Tal vez, si lo entendiéramos,podríamos desarrollar el sentido de piedad.

En mi experiencia, no contradecirnos es llevarnos a la calma, pero hay circunstancias más desatadas que ninguna recomendación es válida.

Afortunadamente, lograron que fuera su psiquiatra, su comentario graficó perfectamente la situación, Francisco estaba haciendo un óceano de una gota de agua. Le ordenó el tratamiento y se calmó.

A veces, los caprichos nos llevan a la enfermedad, Francisco había terminado con la chica que ama y bastó eso, para refugiarse en la enfermedad, llegando a perjudicarse y hacer sufrir a los demás.

Lo cierto, que entiendo a quienes tienen que padecer por nosotros.

Francisco, volvió a las horas con su novia y a él todo se le pasó.

Ahora me queda hablarle a Francisco, sobre el egoísmo.