martes, 29 de octubre de 2019

Tónico Para la Depresión.


La búsqueda de mejorar el diario vivir, tanto así para  la familia como el paciente, principalmente se encuentra en darle importancia a una buena convivencia. Y en la confianza de lo posible que es mantener un buen trato, con palabras que inviten a un entendimiento y no a rechazar el pensamiento diferente con más de una descalificación.

A preguntarnos entre sí antes de dar una respuesta ¿Y que piensas tú de lo que me preguntas? Para ayudar a distinguir por sí mismos y no para hacernos cargo de lo bueno o de lo malo, verdadero o falso. 

Cuando a una persona se le ayuda a discernir a encontrar respuestas a través de su propio entendimiento, estará capacitada para actuar, decidir o evitar algo, porque puede reconocer por sí mismo, lo que le es conveniente o inconveniente. 

Cada uno de nosotros tiene responsabilidad en el bienestar de otro; en una visita a Chile de un importante médico psiquiatra, especialista en depresión, explicó cómo es que hoy la misma medicina ve como futuro de tratamiento en la salud mental y en relación a la depresión, la importancia que la familia se reúna continuamente en un ambiente grato, para compartir la historia de vida de los padres o de quien esté afectado y mirar en conjunto los pasajes que les han causado dolor y que comúnmente se acostumbra, como algo que no se puede decir, el especialista recomienda compartirlo como lo que es, una verdad más de la vida, que al revisarla con sus seres queridos, se vuelve una superación al dolor. 

Entendí, que este compartir puede permitir romper con el misterio de la depresión, esa incógnita de no saber cuál es la razón que alguien de la familia  viva sumido en una tristeza enfermiza, lo que en el tiempo, puede afectar a otros componentes del círculo familiar. 

Y algo más significativo y digno de incorporar en la convivencia diaria, escuchar música clásica lo que ayuda a la armonía y no olvidar el alimento de la fe.



lunes, 28 de octubre de 2019


Uno de los hechos más relevantes de esta enfermedad a diferencia de otras, es que a todos quienes la padecemos nos afecta de la misma manera. 

Porque los síntomas de este  padecer tiene su raíz en lo humano y en esa confusión que nos impide confiar en el bien al sentirnos dominados por el mal y es eso, lo que nos permite comprendernos entre sí, porque somos espejo de la incertidumbre y del temor a quedarnos atrapados en lo injusto. 

Sin embargo, lo injusto nos vuelve comprensivos con el igual a mí, desde  donde ninguno es capaz de burlarse del otro o envidiar porque alguien se recuperó, escuchar y callar es el principio de lealtad y respeto y el primer aprendizaje que este mal, no alcanza a transformarnos en seres perversos. 

Siendo algo tan personal,  hay algo que puedo asegurar, nunca temas a que dejarás de ser tu, porque de compartir con más de cientos de personas con esta enfermedad, es real que este fenómeno, no tiene poder para cambiar la buena esencia.

No te distraigas dando explicaciones o sembrando quejas, confía y alimenta  tu vida, respirando siempre profundamente. 


Algo Que No Sabía.


Comúnmente escuchamos hablar de lo responsable que somos en hacer conciencia o consciencia de nuestros propios actos, sin tener claro a qué se refieren tales conceptos.

En mis inicios de normalidad, después de mis primeras crisis, consulté al médico psiquiatra,  si es que yo estaba expuesta a no darme cuenta de perjudicar a otros de por vida y respondió que no, "porque la enfermedad bipolar tiene la cualidad, que las personas no pierden la conciencia".

Dentro de mi ignorancia, esa respuesta me hizo sentir valor, al saber que no terminaría como un energúmeno.

Y me hice cargo de lo que me correspondería defender como destino de vida, hacerme conciente de mis propios actos, aunque bajo los dominios de este mal en la verbalización, no haya sido posible.

Así fue como en el tiempo asimilé que existen dos conceptos en profundidad de este valor en la capacidad humana, uno de ellos denominado "Conciencia", el que tiene  relación con el conocimiento moral de lo que está bien y de lo que está mal y otro denominado "Consciencia" que se refiere a la capacidad de percibir la realidad y reconocernos en ella.

Luego fue mi propia "ConSciencia",  lo que se entiende por adquirir conocimiento a través de los sentidos, quien hizo posible el conocimiento de mi misma, a través  de la reflexión y de poner "atención en la decisión" de mis propios actos, lo que me ayudó a darme cuenta, que desde lo que siento influye para bien o para mal en mi enfermedad.

Puedo reconocer  que la bipolaridad se rió de mi en muchos aspectos, que me expuso a que otros también lo hicieran, pero me salvó la naturaleza, que me inculcaron desde niña, no ser inconsciente.

En resumen puedo entender que conciencia y consciencia, de manera simple y sencilla, nos hablan que sin la una ni la otra, nadie puede lograr la máxima aspiración diaria como ser humano, dejar de sufrir incluso para no hacer sufrir a otro.


Hacernos "concientes" que la respiración profunda, puede cambiar el destino de un mal impulso o del miedo, es una manera de comprobar que la "conciencia" funciona en uno.


Paula Analiza el Egoísmo.


Paula, es una paciente con quien hemos caminado juntas durante años, en los encuentros de los días Lunes, bajo el alero del Departamento de Psiquiatría del Hospital del Salvador.

Esta vez me hizo llegar un análisis personal, sobre el egoísmo a propósito del último artículo al cual me referí en el blog.

Ella dice y piensa así. 

A veces este egoísmo es una forma de sobrevivir, de sentir que no soy tan vulnerable... es como una forma de reafirmarme y poner límites. Creo que es difícil  ver que puedo estar dañando a otros cuando estoy mal; porque no entiendo lo que sucede o llevo muchos años estancada; aun cuando puedo haber puesto todos mis esfuerzos por reconstruirme.

También me puede pasar cuando no logro ser entendida, aislarme, porque solo recibo críticas y ya es suficiente con mis propias críticas y verme destruida, porque  no sé que hacer con lo que siento y no avanzo, a pesar de todos mis esfuerzos, incluso imaginarios. 

Hay ocasiones, en que no me da el alma para ver al otro... es como cuando si no tienes para comer, pienses en hacer un viaje a Francia, pero cuando uno cuenta con las condiciones mínimas, para ver mas allá de nuestro ombligo, entonces "se torna en un deber con nuestro crecimiento personal a lo posible que es contribuir con nuestra familia y la sociedad"
.
Muchas veces esta visión de egoísmo, vista por los demás, no se sabe que es una muestra de como nos tratamos a nosotros mismos, nuestro propio abandono y el no saber qué hacer con lo que nos pasa.

Es frustrante ver que me prometo cosas, no las cumplo,  porque cedo ante mi debilidad y vuelvo  a ver que nunca avanzo, lo peor es el sentimiento de culpabilidad. 

También es cierto que no veo a los otros por sentirme sobrepasada con mis dramas, muchos a los que no les encuentro ninguna lógica y me cuesta ver que puedo estar haciendo daño o dimensionar lo que provoco en el otro. Quizá pienso que ellos estan bien y lo podrán gestionar, en estos casos es fundamental que nuestros familiares nos lo hagan ver sin críticas sino solo mostrarnos su vulnerabilidad también.

Muchas veces por tratar de protegernos intentan ser fuertes, enfrentándonos con firmeza en vez de mostranos su fragilidad, porque ese dolor que sienten por como impacta la situación... claro  que es real, y un motivo para que cualquier persona pierda su capacidad de  mantener el equilibrio emocional. 

Cuando pasé muchos años así, traté de aferrarme  a esa fe en la que abandoné o en la que desconocía y entregué  mi lucha al de arriba, "como vulgarmente le llamamos a Dios" y así fue que terminé refugiándome en las cosas simples, en agradecer todo lo bueno que nunca desaparece, respirar profundamente, aprender que una caminata por el bosque o por una calle cualquiera cambia mi visión de vida, en que sirve volver a una realidad del pasado, cuando eso es algo bueno,  como contactarme con las viejas cartas que atesoro, con un rezo, con personas que admiras y mas... cosas que reaviven mis fuerzas para seguir. 

Yo no me daré por vencida y lucharé hasta el final de mis días... seguiré rezando y refugiándome en Dios, aceptando lo que me tocó vivir, pero tratando de mejorar cada día en medio de lo absurdo. Quizá ese egoísmo aparente es falta de comunicación... quizás.

Lo que ha permitido dejar mi egoísmo, ha sido  reencontrarme con lo simple, agradecer hasta el hecho de respirar, aprendí a consolarme  y no ser tan dura conmigo, a amarme incondicionalmente, aunque pueda volver varias veces a equivocarme... lo que implica jamás quitarme el piso alcanzado, porque también fue necesario aprender a reírme de mis defectos con clases de teatro y a darle la vuelta a algo positivo con clases de comedia, a entender que a los demás le duele mi indolencia y ahora entiendo que fui muy dura con ellos a través de mis errores, hoy confío en  la vida, porque lo que aparentemente puede ser malo, puede convertirse en lo mejor que me pudo pasar, aunque en su momento no lo vi asi, "hoy entiendo que detrás de los absurdo, puede estar lo que buscábamos y además entiendo, luego de miles de golpes, que sin Dios no soy nada".

Todo esto fue lo que me enseñó humildad y con ello entregué las cargas a Dios, sin abandonar el diálogo sincero con El, por que se que escucha a mi propio espíritu, le comparto todo aquello que no puedo llevar como peso y todo lo que no comprendo y sin prisas, me abandono a su infinita sabiduría.

Dios sabe lo que es mejor para el desarrollo de mi alma, así fui comprendiendo que de alguna manera todo era perfecto, tal como era, tal como se presentara, aunque no pudiera comprenderlo en su momento, "lo importante que pude observarme desde fuera hacia adentro" y asi fue como logré el ideal de mis  sentimientos, estar tranquila, al haber encontrado el verdadero refugio en la fe, cuando comprobé que existe un Dios Padre Celestial, que me protege y que me enseña que no debo buscar respuestas a todo, porque la mejor respuesta está en ser agradecida de todo lo bueno que viene de Él. 

P.D. En la ultima parte me gustaría recalcar esto: que todo es perfecto tal como es, aunque no pueda ENTENDERLO JAMAS y es estar TRANQUILA CON ELLO. Porque lo que a todos comúnmente nos pasa, es que esta constante de encontrar respuestas a todo, no nos permite ver la realidad, esa realidad, que tiene mucho más que ofrecer que las confusiones de una bipolaridad. 

domingo, 27 de octubre de 2019

Egoísmo.

¿Porqué no cambian algunos pacientes?

Aún consiguiendo la entrega de su médico psiquiatra, que logra dedicarse a estudiar un nuevo tratamiento, apoyo psicológico y el respeto necesario que nos engrandece, al tener en quien confiar nuestras intimidades, pero  aunque los profesionales consigan sus buenos propósitos, muchas veces el resultado fuera de la consulta se desvanece.

Todos los esfuerzos externos que sin duda son muestra del interés de los profesionales, que viven del estudio por  amor al prójimo, de una madre exigida y temerosa del día a día, porque además de tener que trabajar para cuidar de un hijo/a enfermo, vive  en la incertidumbre de ser  desvalorizada con un sola mirada de rebeldía que puede desarmar su esperanza, porque en muchas madres es el sentimiento de culpabilidad, que le hace sentir su hijo/a, lo que la mantiene en ascuas, porque es común que la culpen y molesten con la no superación de ellos a sus madres, como si la naturaleza materna hubiera generado esta prueba de vida.

Pareciera que hay algo más que el cumplimiento con el tratamiento, la responsabilidad médica y el amor materno y es  cierto que nos guste o no en algún momento nosotros, enfermos de lo que no entendemos, tendremos que dicidir volvernos dóciles, compasivos, mansos, porque todos dependemos de todos, para ser comprendidos como también para ser sepultados.

Ese sentido destructivo, belicoso y poderoso en sobrepasar los límites, muchas veces, por decisión personal y por el gozo de intimidar y no de activar el espíritu de compasión o dulzura en vez de la ira, sería la razón de perder el origen de lo que nos representa como simple mortal en lo humano.

Egoísmo: "Se denomina a la actitud de quien manifiesta un excesivo amor por sí mismo y que solamente se ocupa de aquello que es para su propio interés y beneficio, sin atender ni reparar en las necesidades del resto. 

El egoísmo es un antivalor, opuesto a valores tan importantes para la convivencia humana como la solidaridad, la gratitud o el altruismo". 

A empezar de nuevo. 



Quiero dar las gracias a todos aquellos que han confiado en mi humilde intención, de no mentirme ni mentir, para en conjunto conseguir corregir el mal destino. 

Estoy cierta  que mi nuevo ropaje y equipaje, se lo debo al ofrecer a Dios mis intenciones, a las plegarias de mi familia y a la de tantas nobles personas, familiares y pacientes, que me han confesado que oran por mi. 

Cada vez que mencionamos a Dios con fe, El se pone en acción. 


viernes, 25 de octubre de 2019

Estímulos Positivos o Negativos.


En otro artículo me referí a más silencios menos televisión y no fue un juego de palabras ni querer llamar la atención, pero hoy me digo, no está demás detenerme en plantearme a mi misma la influencia de la televisión y también del silencio que despierta las respuestas en la intuición y la percepción

Menos televisión porque toda información que ingresa a la psiquis entra en ella y queda para siempre, transformándose en una información sin haber sido ni siquiera procesada y que en algún momento puede ser estímulo de reacción, la televisión tiene el poder de un imán, atrae sin necesidad de poner atención, en apariencia es entretención o un informativo, pero no puede ser ni lo uno ni lo otro, una fuente sugerente, basada en mensajes muchas veces subliminales, que traspasa la mente y finalmente se vuelve más que un aporte, una manipulación.

El vehiculo para que la enfermedad bipolar se vuelva reactiva, es el miedo y aunque creamos haberlo superado, la reacción psíquica no pide permiso para terminar en una descompensación.

Nuestro cerebro consume sin conciencia ni aviso y mientras lo reconozcamos, podemos afirmarnos en las propias convicciones, que finalmente es lo que nos hace libres de aprensiones y de riesgos que nos causen desequilibrio del ánimo. 

De una crisis que nos ha llevado a perder la cordura, hasta haber alcanzado a reconocer el poder que tiene el miedo en esta enfermedad, incluso muchas veces infundado, es lo que enseña a no detenernos en lo extraño, a cerrar los ojos ante lo que nos pueda descolocar y a salvarnos de la provocación.

Al fin de cuentas, servirá hacer profunda conciencia para reconocer lo que son nuestros sentidos, lo más sensitivo de nosotros mismos, motor de nuestras reacciones positivas o negativas, los que no tienen relación con la lógica, sino con el alma y el espíritu. 

Quien puede asegurar que la existencia humana, inicialmente vive de lo que se siente, puede cuidar de cultivar lo bueno y puro. 

No hay mejor aprendizaje, que atender a lo que se concluye desde  el  propio silencio. 


jueves, 24 de octubre de 2019

Influyen las Opiniones.


Hay hechos que se mantienen en el tiempo, por la influencia que otro infunde en nosotros y puede ser para bien como para mal.

Después de ocho años, me encuentro con la mamá de Cristina, las que llegaron en busca de respuestas a los encuentros de los días lunes, donde tímidamente se dieron a entender, entre confusos planteamientos y con quienes desde esa vez, no nos separamos, porque dentro de mi interés por ayudar, también está el hacerlo por correo.

Pocas veces nos hemos visto, pero esta vez nos sentamos en una mesa con otras personas a conversar y cuando la Sra. Clarisa, explica que ha conseguido un entendimiento mutuo con su hija paciente bipolar, a través de las sugerencias que ella aún tiene anotadas, de las que fui entregando en el  tiempo y que hoy comparte con quien quiera escuchar, enterarme de esto, resultó ser un premio a mi inocencia.

Inocencia porque es lo único que me permite decir sin temor a la desconfianza y al prejuicio lo que también podría destruir mi buena intención.

Sé lo que es la confusión, el pánico, el horror de sentirse atrapado, del arrepentimiento de haber dicho una estupidez, por el hecho de haber sido presa de la incoherencia, de lo que hasta hoy me duele al ver lo que sufrieron mis hijos siendo niños, por ese algo desconocido, de lo que ellos nunca me han hecho culpable. 

La madre  de Cristina, hoy reconoce como fue que la presencia inesperada a distancia de cada respuesta a sus debilidades, se fueron fortaleciendo y lo que parecía imposible vencer, como era el poder de la ira en su hija y el pánico,  rabia y el miedo en ella, se fueran diluyendo poco a poco y no terminara en algo peor.

Entonces que alguien durante tantos años, aún guarde mis consejos los que puso en práctica, incluso en un inicio con duda, me permite reafirmar que si bien es cierto, no conozco a todos personalmente, puedo confiar en seguir dejando aquí mi intención, que  no es otra que otros alcancen lo que yo, vencer el dominio de lo que destruye lo bueno que vive en nosotros.

¿Qué no creyó en un inicio la Sra. Clarisa?
No creyó que cada vez que su hija la atacara, la intimidara, le discutiera, ella no tenía  que enfrentarla, menos mirarle a los ojos, porque el miedo o la rabia de quien esta con el paciente, se trasforma para  él en un enemigo y lo otro y definitivo, que con mayor razón en los momentos más difíciles y en silencio, nunca dejara de repasar la oración del Padrenuestro.

Ocurrieron muchos hechos difíciles, períodos en que Cristina se fue de la casa, quien siempre me mantuvo en saber dónde estaba y que hacía, a quien nunca reproché, porque ella también creyó en que cada paciente necesita de una plegaria,  para librarse de lo que no solo lo hace padecer a él, sino a toda una familia.

La Sra. Clarisa en el tiempo recuperó a su hija, hoy puede reconocer que todo cambió, por lo que en un comienzo a ella misma le pareció estar haciendo el ridículo y de lo que no creyó  que podía cambiar el destino de sus vidas, la oración del Padrenuestro.

Sembrar una semilla aún en terreno inerte y no abandonar a quien duda, es una manera de alcanzar a que juntos todos sembremos, porque solo Dios da el crecimiento.

P.D. La vida se vive de realidades,  no olvidar el tratamiento, deberes y cuidados, y que no nos falte el alimento espiritual.


































miércoles, 16 de octubre de 2019

Hormona Inductora del Sueño.

Los hábitos de vida cambiaron y más que detenernos en el porqué, ante  todo es la conciencia lo que puede ayudar a considerar la responsabilidad personal en sobrellevar la manera de vivir. 

Factores como trabajos con horarios nocturnos, estudio, entretención, entre esos, encendido el televisor o el celular y otros... son nuevas costumbres que nos abren expectativas propias del mundo actual, una libertad de acción, cuyo estudios de la ciencia, arrojan lo perjudicial que es el resultado de esto, para la salud mental.

Nuestro cuerpo, es el principal informante de lo que nos ocurre cuando nos duele o nos confunde algo y en relación a lo que él mismo nos comunica, podemos concluir porqué somatizamos, lo que sentimos y nos afecta, se verá reflejado como alteración del ánimo. 

El sueño es un factor primordial en el desarrollo humano, el cerebro funciona de acuerdo a las horas que él necesita de sueño.

Existe una hormona inductora  del sueño que funciona a las 9 de la noche, sin televisión encendida, una habitación en silencio y un libro como ejercicio de concentración aunque no se lea, hace posible conseguir el mejor estímulo como inductor del sueño.

Esta hormona funciona durante la noche tres veces, a las 9, las 2 y luego a las 4 de la madrugada, quedando en evidencia la necesidad del cerebro de descansar.

Es decir el sueño lo controla el cerebro, por la necesidad de reactivar el funcionamiento del cuerpo. 

Si sumamos de 9 de la noche a 5 de la mañana suman las 8 horas que el ser humano debe descansar y si lo apreciamos desde la simple lógica, cae la tarde noche el cuerpo se cansa, aclara y el despertar se expresa en toda la naturaleza, como lo demuestran los pájaros, pian al atardecer y al amanecer cantan. 

El día cronológicamente está dividido en 8 horas para dormir, 8 para trabajar y 8 horas para hacer de nuestro desarrollo la mejor elección personal, el orden no habla de un objetivo, sino del sentido que cada cual le dedique a su vida. 

El principio de la evolución y de una buena salud, está en el respeto a sí mismo.

sábado, 12 de octubre de 2019

Más Silencios menos Televisión

La experiencia que habla de la superación, evolución como persona, del conocimiento de como son las características de la enfermedad, de saber que con un tratamiento personal, el que debe conseguir el médico psiquiatra, todo esto siendo comprobado en la experiencia personal, para muchos no tiene ningún valor ni importancia, principalmente,  porque en muchas personas diagnosticadas, el foco de atención es saber si se puede dejar algún día de tomar medicamentos. 

Y otros, más que pensarlo, dejan de tomarlos o no son constantes y la lección que es tan sencilla y clara, muchos siguen no aceptándolo y suspenden definitivamente el tratamiento, sin admitir de una vez, que es de por vida y de responsabilidad personal. 

La medicación, es el principio de la propia  organización al hacerse cargo de uno mismo y de su calidad de vida, es la única manera que nuestro cerebro funcione sin alteraciones, de no tomarlo en consideración, ninguna otra intervención a favor de  la enfermedad será de utilidad sino  se toma en serio, lo que le corresponde a quien ha sido diagnosticado. 

Son muchos los casos que no obedecen a lo que los estudios científicos han conseguido como resultado en beneficio de la salud mental, recayendo por ignorancia y capricho del enfermo, los que luego comprueban que su equivocación les provoca recaídas de fuertes crisis, lo que en el tiempo, provoca una acumulación de perjuicio a nuestro sistema neurológico. 

Hace poco alguien comentó que hay un libro escrito por alguien que dejó de tomar medicamentos, lo que me dice dos cosas, una que si es así, el diagnostico de esa persona no debe de haber sido bipolaridad y lo otro, que nadie puede tener la certeza de  saber si después que hizo pública su opinión, tuvo una nueva recaída...

Más que cuestionar el tratamiento,  cambiemos nuestros hábitos de defensa por lo que nos corresponde vivir, hagamos más silencios, veamos menos televisión, seamos agradecidos, no todo gira en lo que nos frustra, cada elección que sea considerada y bien pensada por la tranquilidad, no es difícil  aprender a vivir, sólo hay que saber escuchar al propio cuerpo a cuidar de lo que pones en tu mente, y alimentar con la pureza al espíritu.

  • Sin olvidar que nuestra existencia, no está a disposición de lo que venga de afuera. 

Cuando queremos renovar las cosas viejas que no nos sirven,  las eliminamos y de a poco las cambiamos por otras nuevas, así se hace también con los pensamientos viejos.

Renueva tus diálogos con palabras amables, evita a quienes no están en sintonía contigo, busca a personas que estén dispuestas a respetarse entre sí y no olvides que la mejor compañía eres tú mismo, porque todo lo que anhelas vive en ti, solo te falta reorganizar tu conciencia de autosuficiencia, para felicitarte de lo capaz que eres. 


viernes, 11 de octubre de 2019

Ramón un hombre bueno.


Mi intención de ayudar a otros pacientes como yo, nace de la voluntad de aplicar y no fallar a la orientación de los profesionales y luego en querer traspasar la seguridad de tener claro, tanto la problemática como la solución a lo que prima en el paciente, la confusión.

Así es como alguien confía más que por encontrar respuesta en mí, por lograr conocimiento sobre sus propias falencias, conversar, a veces, diariamente sobre lo que nos pasa, nace algo parecido a un compromiso de no fallar a la confianza depositada de los demás en uno.

Lo único que no me cansa es confiar en el otro, porque aún pasando dos años, como ejemplo, menciono a Ramón, quien ayer me sorprende que definitivamente decidió cumplir con lo que consiguió a través de una asistente social, hora para ser atendido por un psiquiatra y psicólogo, lo que al fin quiere aceptar como guía y tratamiento. Lo felicité y me dice ha sido muy duro lo que he padecido Susana y le respondí que gracias a eso es que su vida puede cambiar.

Ramón  es un hombre bueno, pero cuando más joven se hizo drogadicto, por el solo hecho de haber conseguido buenas metas como vendedor, la droga le permitía caminar sin cansancio, económicamente alcanzó sus anheladas metas, pero su vida se destruyó, perdió capital económico y lo más preciado hasta hoy para el, su familia.


Su adicción no le ha permitido saber que decidir,  desde niño conoce la cristiandad y  es lo que le duele, ningún hijo de Dios quiere fallar a quien reconoce como su verdadero Padre, pero ha sido muchas veces la tentación, que lo vuelve a hacer recaer.


Hace mucho que ha ido venciendo este daño externo que lo transforma en un doble padecer, y del esfuerzo de conciencia es que hoy da el paso que puede salvarle de la auto destrucción.


Lo más relevante es que sus promesas de rehabilitación, han tenido siempre eco en su esposa e hijos y eso emociona.


Nadie puede dudar que el ser humano tarde o temprano, puede cambiar, pero sobrellevar una drogadicción más un trastorno bipolar, difícilmente se podría pensar que la persona esté dispuesto a dar la lucha para ordenarse, rehabilitarse sin embargo para quien no se abandona a perder su fe, puede volver a ponerse de pie. 



¿ Porqué ?


Hay algo que me llama la atención profundamente, porque cuando el paciente confía sus errores y no se le reprocha, se corrige. 

¿Porqué? cambian sus razones, cuando se le escucha y se le opina con un buen consejo y cuando quien lo hace, le ha demostrado que es consecuente con lo que predica, lo respeta.

¿Será necesario que todos cambiemos el rumbo de nuestro comportamiento? Para que mejore la confianza en el ser humano. 

Lucía llegó un día con su madre a buscar orientación, han pasado años de compartir su historia la que cada vez, ocurre algo para  que ella se hunda más. 

La dejo por tiempos, para dejarla caminar sola, cuando pienso que se olvidó de mi, aparece con otra problemática que pareciera no tener solución, el que no la hunde solo a ella, también a su madre. 

Pero de nuevo un buen consejo, la vuelve a levantar, ella dice no poder trabajar, pero principalmente por sus complejos de superioridad, conversamos de la importancia de lo sencillo, de estar en contacto con la gente modesta, ser útil sin mirar estatus o reconocimiento y ayer me dio la sorpresa, que encontró trabajo como temporera, lo que significa recoger frutas para empresas exportadoras.

Para que cambie aquello que nos deprime, nos molesta o nos aflige, es necesario cambiar la propia psiquis, todo lo bueno existe en nosotros mismos, pero para que se haga realidad, solo necesitamos abandonar el mal pensar. 


jueves, 10 de octubre de 2019

No Soy Una Enferma Mental.


No soy enferma mental, sino que soy una persona, que si bien es cierto, experimenta alteraciones que nadie podría acercarse a saber ni siquiera en su imaginación lo doloroso, inexplicable y misterioso que es éste padecer; el qué, incluso, aún ni la  ciencia ha logrado saber cómo prevenir ni los síntomas de esta enfermedad bipolar...  entonces, mal alguien podría avergonzarse o juzgar a quienes hemos sido presa de este diagnóstico, del que no somos propietarios por elección personal.

Este algo, el que nos ha llevado a sentir ser, seres de una especie de segunda categoría, sin serlo, el que no puede hacernos culpables de sus barbaridades, porqué este misterio tiene el poder de privarnos de nuestro control de impulsos. 

No estoy haciendo un análisis o defensa solo por lo que me debo a mi misma, sino por todos aquellos afectados, que como yo, sufren además de los inmerecido pánicos enfermizos, esta enfermedad que llenándonos de miedo, desesperanza e incertidumbre, afortunadamente no tiene ningún poder para destruir lo único que vale en la vida,  el desarrollo o la capacidad de restablecer la moral y el alimentarse espiritualmente como ser  humano al individuo.

 Es así como la bondad y los buenos sentimientos en cada paciente se mantienen intactos, al bien la enfermedad no lo ha trastocado.

En tres décadas de superación de este desafío de entender lo inmerecido y compartir con más de cien pacientes, no he conocido uno, que antes de ser un enfermo bipolar, haya  sido un ser perverso,  ni que no viva en la búsqueda de no dañar ni salir dañado, porque aun en la tristeza más profunda, aflora la necesidad de paz, bondad y ternura.

Mientras en el árbol de tu propia vida, no cunda la maleza, puedes confiar en ti mismo. 

Susana Rodríguez Hidalgo. 


miércoles, 9 de octubre de 2019


Drogadicción.


A mis setenta años, poca aspiración de protagonismo y de reconocimiento es lo que mueve mi existencia, más bien toma relevancia en mi vida, la intención de dejar plasmada la trayectoria de mi experiencia.  

Comparto en un grupo de pacientes cristianos, aún no teniendo personalmente una religión, pero sigo siendo fiel a Dios, porque se que no hay otra verdad que mi buen espíritu viene de Él; aquí una opinión  de mi parte para una paciente bipolar, sobre una problemática bastante común en otros. 

Hola Paula: Quiero referirme a la inquietud que planteas a lo difícil que te resulta superar la adicción...

Vengo acompañando a un paciente bipolar adicto por años, quien se cansó de sufrir la pérdida de su familia, trabajo y más que eso su dignidad. 

Pero, ahora también me quiero referir a algo que puede servir como información en sentido específico y general, ya que este tema es de gran interés para muchos.

Es muy común que se confunda, no solo el paciente y la familia, con una persona que ha recurrido al consumo de drogas, sino también el medio de la medicina, porque detrás de un drogadicto puede haber oculto un trastorno bipolar. Esto se habló en un seminario sobre bipolaridad, se dijo que muchas personas son rehabilitadas en terapias para la drogadicción y vuelven a recaer, porque teniendo el gen bipolar,  podría tener otro destino su manera de rehabilitación; entonces no se debe descartar la posibilidad de recurrir a un psiquiatra especialista en bipolaridad,  para confirmar cuál es el mejor camino para ayudar al drogadicto.

Independiente de eso, comenté  que conozco a una persona paciente bipolar, que vive  lo que tú Paula, cristiano desde la cuna y aún vive la lucha de no recaer en el consumo, lo acompaño siempre en la confianza que se merece, por su propósito sincero  de superación y búsqueda de no fallarle a Dios Padre; pero hace poco me comentó, que odia la enfermedad bipolar "y ahora entiendo porque no avanza en sus buenas intenciones" y es porque según mi experiencia espiritual, entre más nos fastidiemos por lo que nos hace padecer, más poder del mal espíritu.

El vive en el intento de superación de la drogadicción y de hacerse cargo del tratamiento para la bipolaridad, dos cargas que lo confunden, lo malhumoran, la bipolaridad es una enfermedad que nos exige nada más que ser disciplinado, ni siquiera valientes, menos para el creyente, porque quien entrega y agradece a Dios que escuche y proteja sus penas, cosecha grandezas, la vida no tiene otro puerto dependiendo de cómo y para donde gire su dueño el timón. 

"Dejar pasar al mal o el dolor", sabiendo que Dios está ahí siendo lo bueno y puro que nunca muere, "todo padecer se diluye", hablo desde lo posible y liberador que ha sido para mí como enferma y para mi familia, entender que decir ¡Gracias Señor!, desde y por el vaso de agua  tan necesario para vivir, nos ha permitido no detenernos en el temor si no en la confianza de pedir ¡Protégeme Señor! y como antes dije, sin religión. 

martes, 8 de octubre de 2019

¿Se Afecta el Cerebro?


Sanar de la enfermedad según la ciencia, no, y en mi caso obedezco a eso, porque el impacto emocional de una crisis afecta de por vida al propio cerebro, el descontrol en llanto, incoherencia, miedo, altera  la química del cerebro, es como las secuelas que deja un terremoto...y es por eso que necesitamos de los químicos denominados estabilizadores del ánimo y de por vida, para recubrir las neuronas y así impedir que volvamos a caer en fuertes crisis.

 Por eso que los  medicamentos los consumimos cada 12 horas, porque el tiempo por el que hacen efecto es solo por 12 horas, 9 de la mañana 9 de la noche. 

Cuando las neuronas no reciben el medicamento, inmediatamente no nos   enfermamos pero quedan espacios sin el químico y ellas vuelven a reaccionar enfermas y nosotros recaemos.

Entonces, físicamente nuestro cerebro no vuelve a estar sano y para mantenerlo normal es que necesitamos entender que  si o si, nos corresponde ayudarlo diariamente  con el tratamiento y no por obligación,  más bien porque el cerebro es parte del propio cuerpo.

 Desde un principio lo primero que me ayudó para aceptar mi bipolaridad, fue reconocer  que  no hay privilegios para nadie en relación a las enfermedades, que puedan afectar al  ser humano.

Es por eso que la aceptación es fundamental, no sólo de lo que somos físicamente, socialmente o económicamente, sino que también  admitir que tener esta enfermedad, es parte de la vida personal y que más que una desgracia, es un desafío diario para corregir hábitos y conductas, hacernos entusiastas para no fallar en el tratamiento y para aferrarnos a la fe en Dios, a quien muchos lo niegan y que aun  no he encontrado a alguien, que me pueda demostrar como descubrió que Dios no existe. 

lunes, 7 de octubre de 2019

Todas las preguntas tienen una respuesta y nace la verdad, cuando aflora en la profundidad del propio silencio.

Es común que pongamos más atención al ruido que al silencio, que nos preparemos  para defendernos más que  para dejar pasar, quejarnos, en vez de entender que lo malo cambia, gritar y  no decir bajito para que  nos pongan más atención, vivir afligido por el dinero y no, preguntarnos qué haríamos sin el.

La búsqueda de respuestas en los demás, sin quererlo o saberlo se puede transformar en una manipulación,  porque queremos ser escuchados sin escuchar a quien nos está ayudando. 

La vida es individual, elige en tu propios silencios, escucha tu voz interior.

Hazte Cargo.