sábado, 1 de enero de 2022

¿Quieres Entender lo qué no Sabes sobre la Bipolaridad?

 

La bipolaridad no es una enfermedad mental, es una alteración emocional que nos lleva  a un descontrol existencial al "no saber qué hacer con lo que sentimos"; sentimos miedo y al no encontrar respuestas a lo que nos atemoriza, podemos perder la capacidad de razonamiento e incluso el sano juicio.

Al desequilibrio mental provocado por el descontrol de impulsos emocionales, se le denomina Trastorno Afectivo Bipolar; este síndrome tiene relación directa con situaciones no resueltas, transformadas en conflictos sin aparentes soluciones, muchas de ellas generadas por nosotros mismos al no dar valor al límite, que nos permite "no estar dispuestos a dejarse llevar por lo que otros quieren" y al derecho de no tener porque estar de acuerdo con las voluntades ajenas.

Lo antes dicho es reflejo de la experiencia misma, la que deja demostrado que el principio de vida no tiene otra raíz que uno mismo. 

Este trastorno del ánimo como necesidad de tratamiento, pasa ha ser responsabilidad de un médico psiquiatra especializado en trastorno del ánimo, pero el cumplimiento, compromiso y logro de bienestar, solo depende de la voluntad de quien la experimenta. 

La bipolaridad no es una enfermedad física, es una afección que requiere del cambio de mentalidad, hábitos y conductas de la persona y de la aceptación personal a corregir aquello por lo que puede sentirse perjudicado. 

El tratamiento lo indica el médico y el paciente debe saber qué sin tratamiento la bipolaridad crece... además de educarse en seguir indicaciones como las siguientes: 

El paciente no debe beber alcohol.

No debe consumir drogas 

No debe trabajar de noche, debe respetar las 8 horas de sueño y de noche. 

Mantener buena relación con las personas, evitar conflictos, auto valorarse, el síndrome bipolar no impide cultivar el respeto por sí mismo, principios y valores, distinguir bien y mal, hacer buenas elecciones; tomar buenas decisiones, como tampoco podemos sentirnos culpables de nuestros actos involuntarios generados por  el dominio de esta alteración. 

El prejuicio social, la marca injusta de la estigmatización, nos obliga a proteger nuestra intimidad, reservando el diagnóstico personal, pero no por eso dejar de lado el deber de educar a la sociedad, "recurriendo  a hablar de uno mismo, como si fuera experiencia de otro"

Dentro de las características de la bipolaridad podemos mencionar:

La verborrea. 

Sentirse observado, importante, siendo capaz de relacionarse a alto nivel social. 

Comprar y derrochar dinero de manera inconsciente, corriendo riesgos personales y pudiendo perjudicar a otros. 

Perder el control del sueño.

La alteración del sueño es un factor de riesgo para el paciente, una noche sin dormir es un síntoma de preocupación y dos noches, nos puede llevar a una crisis. 

Cada paciente experimenta de manera  diferente los síntomas, es importante considerar informar al médico dudas o inquietudes, como la hipersexualidad que se puede presentar dentro de los episodios, que como todo lo anormal tiene tratamiento. 

Dentro de las características que el paciente experimenta está la hipomanía, un síntoma de liberación fuera de lo normal, sin temor a la opinión ajena ni a la crítica, sin cansancio sin necesidad de dormir, expuesto al riesgo por la falta de autocontrol. Como en otros estados  la hipomanía puede ser provocada por el abandono del tratamiento; de no conseguir ayuda médica este episodio provoca la fase mas critica de la enfermedad, la manía, el descontrol absoluto de nuestros actos, la pérdida de juicio, una euforia que luego puede variar a un estado profundo de depresión.

De allí el término de Bipolaridad, "dos polos", "uno eufórico y otro depresivo". 

Un punto complejo de este diagnóstico es conseguir el diagnóstico y tratamiento adecuado, siendo esto último personalizado, cada paciente requiere de dosis y químicos de acuerdo al estudio que realiza un médico "psiquiatra especialista en trastornos del ánimo, es decir bipolaridad", los médicos psiquiatras generales, no tienen respuesta para tratar los síntomas de la bipolaridad, cuyo tratamiento es a través de químicos, denominados estabilizadores del ánimo, como por ejemplo el Litio.

Un factor importante a considerar por el estudio del médico psiquiatra tratante, está la evaluación de la tiroides.

El paciente bipolar debe de saber escuchar, obedecer y mantener la disciplina diaria, lo que no solo le facilitará su propia satisfacción personal sino de conseguir desarrollar sus habilidades de manera destacada, considerando los dones del gen bipolar, mientras cumpla con sus responsabilidades de tratamiento y autocuidado.

Otro punto importante es saber qué no debemos suprimir por nuestra cuenta ningún medicamento, cualquier reacción no favorable, debe ser supervisada por el médico tratante; durante una crisis el tratamiento necesariamente es más estricto influyendo en el aumento de peso, sin embargo, todo vuelve a la normalidad con la disminución del tratamiento.

 Está considerado que detrás de una persona con drogadicción, puede haber una bipolaridad no diagnosticada, influyendo en recaídas constantes de adicción. 

No temas a lo que te confunde, como tampoco ha hacerte respetar. 

La  falta de Luz se enciende llamando por su nombre a Jesús Jesús Jesús, la estrella  más grande es el Sol cuyo resplandor no nos permite mirarle directamente, así ocurre con la sombra, cada vez que nombro a Dios Padre o a su Hijo Jesús, desaparece el enemigo de lo bueno.

susana rodríguez hidalgo.

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