Si aclaramos el pensamiento lejos del prejuicio, de esa opinión negativa sin tener conocimiento real de los hechos, podremos ser más justos y racionales, comprendiendo los acontecimientos más bien desde el análisis, que desde la emoción o intuición.
De liberarnos nosotros mismos de la crítica, decepciones o rabia, podremos desarrollar un pensamiento mas bien realista, sin la tendencia a imaginar o suponer las cosas, sino aceptar las cosas como son.
Entender que las situaciones son como se presentan y no de otra manera, implica saber que los obstáculos y dificultades son hechos que requieren enfrentarse con reglas establecidas, reglas considerando por lógica lo permitido y lo prohibido.
Siendo las buenas conductas reflejo del comportamiento de una persona e influyendo de manera positiva y notoria en la convivencia diaria. Es por eso la importancia de "hacer lo correcto aunque los sentimientos sean otros, dependiendo de la propia voluntad de decidir hacer lo correcto", por el bienestar personal como el de los demás.
Estar dispuestos al cambio de mentalidad por iniciativa propia, es estar conscientes de no ser apasionados, sentimentales ni emocionales, la capacidad humana de razonar, permite adquirir conocimiento y comprender la realidad con madurez, actuar con responsabilidad y prudencia, con el derecho a construir decisiones acertadas basadas en nuestras experiencias, la fuente de aprendizaje que nos permite reconocer por sí mismo los propios errores y aciertos.
Si has dejado de confiar en las personas, confía en ti.
Susana Rodríguez Hidalgo
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