Quien reacciona anticipada y positivamente frente a cualquier situación, refleja tener iniciativa e interés en ayudar a mejorar de manera espontánea lo que se presente.
Siendo la iniciativa una demostración de tomar decisiones, actuando desde la buena voluntad, permite aportar soluciones sin necesidad de recibir instrucciones, generando cambios en su entorno.
La iniciativa es lo opuesto al desgano o despreocupación, la iniciativa es anticiparse a las necesidades, hablar o proceder aportando soluciones de manera positiva y responsable.
No podemos enseñar a otros que tengan iniciativa, pero sí podemos lograr que los demás aprendan a través de nuestros actos; enseñar con el ejemplo es una manera de educar de un modo más efectivo y duradero.
Susana Rodríguez Hidalgo.
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