Decidir

Comúnmente consideramos como destacable tomar una buena decisión, siendo que tiene la misma importancia e incluso mayor relevancia, revisar lo perjudicial que es tomar una "mala decisión".

Decidir tiene relación con tener la "seguridad" de determinar "cómo se dice o hace una cosa" en todo momento estamos decidiendo algo y es de absoluta "responsabilidad lo que recibiremos de vuelta".

Darle más de una vuelta a lo que vamos a decir, considerando que no todos los momentos son propicios para decir algo, es un ejercicio que alimenta la prudencia y no solo en beneficio propio sino en considerar lo valioso que es comunicarnos a través del respeto por sí mismo y por el de los demás.

Si ponemos atención cada individuo es generador de la realidad común, cada hecho no carece de responsabilidad social, cuando somos capaces de considerar la importancia de nuestro protagonismo en la vida, podemos hacernos más consciente que todo depende de uno.

Como pacientes hay quienes se quedan en dos cosas, su pasado y en que nadie los comprende. Mientras la propia persona no entienda que lo que pasó, pasó y que el único que tiene comprender qué es lo que le pasa es uno mismo, en esa historia de vida nada cambiará. 

La enfermedad no impide cambiar incluso el propio criterio, basta recuperar la estabilidad emocional, para que cada uno tome nuevas decisiones y no haga cargo de sus impulsos a la enfermedad, porque eso nos deja mal a todos quienes llevamos el diagnóstico.

Haz una lista de todo lo que de ti te gusta y otra de lo que de ti no te gusta y eso, dedícate a cambiar.