Cuando se nos habla de "salud mental" no es fácil saber a qué se refiere cuando uno no la tiene, como tampoco es fácil hacer cambios de conductas cuando la base de nuestro comportamiento radica en no fallar.
Pero cuando uno mismo se propone no fallarse a sí mismo, se abre una ventana a una nueva oportunidad para preguntarnos qué nos tranquiliza, nos da confianza y bienestar.
Generalmente revisamos una y otra vez qué nos pone mal y lo que principalmente nos pone mal, son reacciones provocadas por cosas externas poco beneficiosas.
De allí qué mas que dar vueltas y vueltas a lo que pensamos... la realidad podemos observarla desde lo que sentimos... y desde la libertad interior para evitar activar aquellos mecanismos de defensa que nos vuelven rígidos; sabemos que necesariamente debemos relacionarnos, pero de no comprender que los otros son seres distintos a uno mismo, difícilmente abandonaremos la idea que son los demás qué nos perjudican.
Menos complejo resulta entender que otro no nos comprende, que esperar ser comprendido.
La aceptación hacia los demás, nos hace aceptarnos con mayor facilidad a nosotros mismos.
"La perfección no es un atributo de la naturaleza humana"
