miércoles, 24 de octubre de 2012

Para Qué la Psiquiatría

A muchos no nos es fácil entregarnos a la psiquiatría, pensando que nos obligará a seguir pautas que nos pueden llevar a perder nuestra independencia, no entendemos del por qué contar nuestras cosas y menos obedecer a la familia que nos indica que es la mejor manera de mejorar la salud mental y sin duda no están equivocados, por eso entre más temprano comprendamos lo beneficioso que será buscar aplicar lo que la ciencia ha estudiado, para equilibrar cualquier desorden en nuestro ánimo; es así como recién aprenderemos a tener algo de conocimiento sobre nuestras debilidades o sensibilidades hasta llegar  a tomarnos de una rama que nos da a conocer sobre las conductas humanas, enseñándonos qué sin ella, ese aparente inmenso mundo que creíamos conocer, era minúsculo en comparación a lo que nos ofrecerá el tomar esta elección de caminar acompañados de la psiquiatría para crecer.

Generalmente como pacientes, nos quedamos pegados en insistir que todo las alteraciones del ánimo son productos de acciones que no merecemos de los demás y eso, nos impide ver otra verdad, porque todo lo que sentimos, pensamos y hacemos radica en nuestra elección y así como eso, podríamos tomar la elección de cambiar todo pensamiento doloroso por aquellos que beneficien nuestra vida.

Me refiero al pensamiento cotidiano, cuando nos enfermamos por supuesto no podemos controlar nuestro pensamiento, pero cuando estamos estables a diario sí, aunque creamos que la bipolaridad no se aleja, eso  no es cierto, los medicamentos nos llevan al equilibrio, entonces a posar las pupilas en lo que nos cause placer, a comer para disfrutar y no para saciar la rabia y a respirar a conciencia para descansar el pensamiento.

Con o sin una enfermedad bipolar, debemos de hacernos cargo de sí mismos, no nos gusta que nos corrijan o que nos aborden inesperadamente con preguntas que nos alejan de la paz interior, entonces es importante aclararnos del por qué elegimos nuestras conductas, nuestros hábitos, cuáles son nuestros valores y principios y para luego sentirnos gustosos de tener qué aportar, más que ir enfrentando la vida como si fuese una batalla, siendo que también podemos elegir un camino donde lo más importante, sea volvernos responsables para vivir en un provechoso orden afectivo también.

Hacernos cargo de nosotros mismos, es tener conciencia que somos dueños de elegir lo mejor en sentido individual para vivir mejor y no seguir sintiéndonos esclavos de lo que quizás ni fue ni es tan peor.

 Hagamos algo por nuestra alma, que no tiene porque llorar.

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