domingo, 27 de noviembre de 2016

Cuando uno no suelta lo que le duele, el cuerpo se enferma.

Para que te comprendan no es necesario gritar puedes escribirlo.

Antes de responder piensa en qué si callas te simplificarás la vida.

Si aceptas aquello difícil, pasará más pronto, porque todo cambia.

No rechaces a quien te ayuda para que no sigas equivocándote.

No es fácil aceptarse a sí mismo, por eso nos enredamos en qué piensan de uno los demás.

De las propias equivocaciones algunos aprendemos, otros las prefieren para hacer rabiar a los demás.

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