viernes, 27 de enero de 2017

Aceptar la Bipolaridad Ejemplo en Varones.

Comparto  capítulos de una historia personal que más de una vez, sigue siendo ejemplo que la aceptación de este diagnóstico, resulta ser más difícil de aceptar a los pacientes varones, siento y pienso que es su propia naturaleza, quien le inspira demostrar ser honor, protección y amor ante la vida y al  tener que enfrentar confusión, dolor en su alma y dependencia, no le permite tomar con fuerza interior esta condición desconocida, pero pareciera que tarde o temprano el ser humano tiene que sufrir y darse cuenta que sufrir sirve, para volverse más humano.

Cristina es novia de Roberto y ella ha hecho todo lo posible  por ayudarlo, ha buscado información de la enfermedad desde y en libros de medicina, hasta encontrarse con mi blog. y escribirme para que le de mi propia visión, para lo que aún ella no encuentra respuesta.  

Cristina no quisiera hablarte sobre la problemática de tu novio, de cómo actúa y de lo que debe de hacer, porque tú ya has probado con todo y en estos casos más bien me inspira el ayudarte a ti, para que con tus cambios de conductas puedas hacerlo despertar a él.

El que no quiere perder a alguien, siempre vuelve y vuelve, “por eso el otro no cambia”, sabe que los demás están bajo sus dominios por lo importante que "se siente ser". Algún excelente terapeuta me enseñó "cuando a uno lo pierden lo valoran" y es eso, lo que creo que tienes que proponerte representar, dejarlo caminar solo, dejarlo que tal vez pueda empeorar y cuando te necesite, recién decir que tú lo amas, pero "esta vez con alguna condición" y con esto probar que se haga cargo de sí mismo, decirle que estás dispuesta a seguir caminando juntos, pero "por caminos paralelos".

Lo que opino es de acuerdo a lo responsable que he tenido que ser, para que me sigan amando, porque el amor merece respeto.

Si no quiere eso, tu no vuelves y esa sería tu estrategia, para ayudarlo a que despierte a una gran verdad, que no es otra que tú lo amas, y entonces le harás saber del valor que tiene aceptarlo con su enfermedad incluida, pero "no puedes cargar tú con su enfermedad", la que se mueve en base a impulsos caprichosos, que "ni a él ni a ti les corresponde vivir" él la experimenta sin darse cuenta que perjudica a otros, como también a sí mismo, pero si tu no cambias, estarás fomentando la inconsciencia al compadecerte de algo que “le da lo mismo a eso que se denomina enfermedad” que es alejar al enfermo de la verdad real; entiende que en este caso tus buenos sentimientos lo perjudican, porque has de saber que a la insensatez, mientras más le teman o quieran hacerla cambiar, más crece.

Un niño para aprender a caminar tiene que caerse muchas veces y toma seguridad cuando no le dan indicaciones.

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