lunes, 27 de enero de 2020

Sensible y dispersa.


Sin haberme visto afectada por esta enfermedad, no me hubiese obligado a madurar.

Es común la pregunta si es que desde siempre fui una persona con características de bipolaridad, no lo sé reconocer ni comprobar, pero que fui distinta si lo fui, en demasía sensible y extraordinariamente dispersa, mi ser estaba conectado y a la vez desconectado de todo, lo único que me centraba era tomar clases de Ballet clásico, además de destacar dentro  de un grupo de esta disciplina por una esencia especial...

De la responsabilidad máxima como estudiante, mi única motivación por asistir al colegio, era tener amigos y disfrutar del cariño de mis profesores, porque de retener materias que se enseñaban... poca idea.  Mis miedos fueron mis peores enemigos, siempre temí a la equivocación, evaluación y a tener que demostrar tener capacidad intelectual. 

Cuando repaso mis conductas, hábitos y sueños, me parece bueno decir a alguien que nunca de su vida  se sienta disconforme, porque a quien no le va mejor, es porque no se acepta a sí mismo y es eso y no otra cosa que nos impide sentirnos pleno.

Ni antes ni ahora me parece incómodo reconocerme como una extraña, principalmente en mi manera de querer y de haber tenido que aprender a superar dos cosas, el que no me quieran o no me entiendan.

En resumen, no rendí en el aprendizaje cotidiano de manera normal, al no poder demostrar ser  disciplinada y receptiva, sin  embargo hoy al sentir no tener la responsabilidad de demostrar a otro de mi eficiencia y veracidad, soy capaz de reconocer, qué el principio de la fuente no  está en la aprobación de los demás sino en la espiritualidad.


  1. Moraleja: No pretendas conquistar al mundo entero, porque eso es muy pequeño, mejor alaba a tu propio universo, desde donde se genera la verdadera existencia. 




3 comentarios:

  1. Hola, que interesante tu entrada.
    Me pones a pensar, nunca supe que quizá la enfermedad se hacía presente.
    Recuerdo sí que mi médico general siempre me aconsejaba no dejarme afectar por lo que le pasara a los otros (siempre fuí muy preocupada por lo que le sucedía a otros... aun lo soy, pero he logrado en cierta medida...).
    Mi diagnóstico inicial fue depresión, pero hace 4 años que al tener un episodio maníaco y llevarle al médico tratante el pudo percatarse que un doctor había colocado entre signos de interrogación algún otro tema que podía ser parte de mi diagnóstico.
    Que importante hubiese sido haber sabido antes, pero a veces creo que la mente, el cuerpo y hasta el universo saben cuando es justo que sepamos y podamos hacer algo.
    Gracias por ponerme a reflexionar.
    Saludos

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  2. Hola, mi relación con Dios es grandiosa, no he sido oportunista he sido agradecida.
    Hay personas que están seguras que existe el mal y eso no lo discuten, sin embargo ponen en duda y niegan al Creador de todo lo bueno que existe.
    Conocí a un señor que al escuchar pronunciarme en relación a mi fe, me pidió que asistiera a otro grupo de pacientes, porque le hizo bien escucharme aunque dijo ser ateo, pero no fui, porque no profeso ninguna religión y generalmente las personas para cultivar la fe, necesitan un templo y un guía...
    Pero sí le quise demostrar a Alberto, que todo lo bueno que había en él, en el mundo y en el universo es Dios mismo.
    Al poco tiempo Alberto sufrió un grave accidente y cuando camino y se salvó, dijo muchos oraron por mi y gracias a ellos me he recuperado y ahora puedo decir que creo en Dios...
    Equivocadamente las personas piensan que Dios castiga, quienes vivimos dando gracias al Todopoderoso por todo lo bueno, no hacemos más que buscar su protección para librarnos del mal.
    Nombrando a Dios Padre, sabemos que el maligno deja de hacer su trabajo que no es otro que destruir lo bueno, para convencer a muchos que si no nos va bien, es porque Dios no existe.

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  3. Hola, mi relación con Dios es grandiosa, no he sido oportunista he sido agradecida.
    Hay personas que están seguras que existe el mal y eso no lo discuten, sin embargo ponen en duda y niegan al Creador de todo lo bueno que existe.
    Conocí a un señor que al escuchar pronunciarme en relación a mi fe, me pidió que asistiera a otro grupo de pacientes, porque le hizo bien escucharme aunque dijo ser ateo, pero no fui, porque no profeso ninguna religión y generalmente las personas para cultivar la fe, necesitan un templo y un guía...
    Pero sí le quise demostrar a Alberto, que todo lo bueno que había en él, en el mundo y en el universo es Dios mismo.
    Al poco tiempo Alberto sufrió un grave accidente y cuando camino y se salvó, dijo muchos oraron por mi y gracias a ellos me he recuperado y ahora puedo decir que creo en Dios...
    Equivocadamente las personas piensan que Dios castiga, quienes vivimos dando gracias al Todopoderoso por todo lo bueno, no hacemos más que buscar su protección para librarnos del mal.
    Nombrando a Dios Padre, sabemos que el maligno deja de hacer su trabajo que no es otro que destruir lo bueno, para convencer a muchos que si no nos va bien, es porque Dios no existe.

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