Un aspecto del bienestar general que experimentamos como personas, tiene relación con el interés de cada uno en mantenerse estable, para desenvolverse y adaptarse a distintas situaciones.
Generalmente la falta de bienestar lo relacionamos a la incomprensión de los demás, perdiendo la confianza en las personas y no reconociendo el descuido de nuestras conductas ni los malos hábitos mentales; podríamos considerar que lo que nos ocurre, tiene relación directa con lo que nosotros mismos provocamos o hemos provocado de acuerdo a lo que hacemos o decimos.
De allí que la moderación sea una manera positiva de controlar los impulsos que nos llevan actuar sin medir las consecuencias.
Conseguir controlar los propios pensamientos, acciones y deseos nos permiten pensar con claridad y concentración.
Lo importante es saber pensar, pensar sobre lo que se piensa nos ayuda a ser mas racionales, permitiéndonos corregir nuestros prejuicios como los errores en nuestro razonamiento.
Una vez que cultivamos los beneficios sobre lo que se piensa, podemos evaluar la validez de nuestros pensamientos en la toma de decisiones y en la solución de problemas, permitiéndonos desarrollar un mejor conocimiento de uno mismo y encontrar la serenidad.
Susana Rodríguez Hidalgo.
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