domingo, 16 de abril de 2023

Sobre las internaciones.

     Estoy pensando qué nos pasa cuando tenemos que enfrentar una internación, generalmente esta alternativa no es bien acogida por muchos pacientes, tal vez, sea lo desconocido uno de los factores principales de no aceptar esta propuesta. 

Sin embargo la mejor opción en un momento de crisis, para estar al resguardo, sin duda, es conseguir una hospitalización, queramos o no es un buen aprendizaje, aprendemos de la importancia qué tiene el orden del tratamiento dentro de un horario que logra calmar los impulsos enfermizos, centrarnos y principalmente reconocer que los médicos dedicados a la psiquiatría, son una verdadera luz qué nos ayuda a ver más claro. 

Generalmente la principal negativa en muchos pacientes es no aceptar la internación, menos aun si no es voluntaria, en ese caso culparán a quien decidió la hospitalización; si cada paciente considerara estar frente a quien no tiene control de su mente, de su cuerpo y ni siquiera de reconocer espiritualmente lo bueno y lo malo, como  tampoco de los riegos de salir perjudicado como de perjudicar a otros, de seguro terminaría siendo un agradecido de quien lo ayudó en conseguir la hospitalización.

De todo este mundo lleno de sombras y tormentos, que no es otra cosa que un misterio, al que aprendí a no tratar de entender el porqué me ha correspondido aceptar y lo qué en el tiempo he superado dejándolo que pase, cuando tenga que pasar y agradecida qué exista la oración que me aparta de lo extraño, sigo pensando que el mejor aprendizaje ha sido ser obediente y observante y no enemigo de lo que por destino me ha correspondido vivir. 

Los misterios no teniendo explicación o no pudiéndose entender, son secretos qué no pertenecen a lo justo, pero si existe la posibilidad de decidir caminar más bien por la vereda de la humildad y gratitud qué por el rencor o la soberbia, aún siendo cierto que no sólo la mente tiene memoria. 



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