jueves, 19 de octubre de 2023

Hombres que se proponen dejar de beber alcohol. Una historia real.

Este escrito desapareció por algo que no he decidido, me daré el tiempo de volverlo a relatar porque no es una publicidad sino una ayuda mutua.

Pero en resumen, todo nació por enviarle este mensaje a un amigo nuestro, tu sabes que te tenemos gran afecto y lo que te voy a decir va con mucho cariño y respeto. 

No te descuides de ti, últimamente he compartido con hombres desde adultos jóvenes que me han sorprendido con su cambio de vida, entre otras intenciones, principalmente para bajar de peso, han ido disminuyendo de a poco la cuota de alcohol, además de cero bebidas de fantasía logrando consumir agua y a veces solo cerveza sin alcohol, te dejo la idea porque no solo la baja de peso ha sido considerable sino su satisfacción personal. 

Continuará.

Aquí relato lo que tenía pendiente. 4/11/2023

Sobre esta historia era a la que me quise referir antes; en un almacén de pueblo encontré a René, campesino de 50 años quien se sostenía medianamente en su frágil cuerpo, venía de beber alcohol más de la cuenta, me habló y desde ese mismo momento lo mejor de todo qué me puso atención. 

Yo compraba vinagre y el opinó que era muy bueno, le pregunté si el tomaba de éso y dijo que no, alguien de ahí dijo qué él lo que tenía que hacer era ir a la iglesia y entonces, le pregunté por qué no iba y dijo porque tengo un pasado muy malo, le pregunté cuál era ese pasado tan malo, miró a una señora que compraba y en voz bajita me dijo: después que se vaya la Sra. le voy a contar.

Cuando se fue esa persona, se refirió de manera no específica sobre algo que había sucedido y por lo que guarda mucho rencor, pero le hice ver, que yo entendía que no era algo malo que había hecho él, qué no tenía porque seguir padeciendo por algo que no hizo y me dio a la razón y me reiteró que él era una persona legal. 

Quien en un momento habló qué debía ir a la iglesia, insistió en dejar en claro que se negaba a mejorar su vida, pero René se defendió reconociendo haber ido sólo desde afuera a escuchar las canciones tan bonitas que cantan ahí; fue así que se me ocurrió hacer un trato con mi amigo campesino, proponiéndole que aún estando ebrio debía de aceptar la invitación qué siempre le hacía su vecino o si no, tenía que hacer una oración, le pregunté si se sabía el Padrenuestro y me dijo que sí, entonces, tiene que hablar sus cosas con Jesús, porque Ud. es un hombre bueno.

Le pasé la mano y le dije; trato hecho y dijo; trato hecho, pero antes de irme se puso a llorar. 

A los dos días volví al almacén y el vecino qué lo invitaba a la iglesia, me contó que hacía dos días que René no tomaba alcohol, aunque no acostumbro a dudar de la buena gente, casi no lo creí... después de una semana volví al almacén y había una noticia más buena aún, mi nuevo amigo estaba trabajando en un negocio vendiendo naranjas y hasta allá me fui... lo más sorprendente qué aquel hombre que se sostenía medianamente, ahora miraba de frente, sonreía humildemente y cuando le dije cómo logró volverse firme y seguro, me comentó. 

"Yo vivía con un tío y el falleció, hacía 6 años que consumo alcohol y en una oportunidad decidí no tomar más, pero dejé de beber de una vez y mi cuerpo no dejó de temblar, por eso no lo pude dejar, pero ahora fui bajando poco a poco y no me pasó nada y ¡mire!"; sacó de abajo del mesón una botella de agua y sonrío.

Le pregunté ¿Y el Padrenuestro?: 

"No lo he olvidado, ahora también lo hago aquí, cuando estoy solo". 



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