domingo, 10 de junio de 2018

Ayuda para el Paciente Bipolar.

Las elecciones del paciente y la familia en conjunto, toman gran relevancia en el bienestar y la salud mental del paciente bipolar y depresivo.

Una de las características de la bipolaridad es que el paciente converse incesantemente, generalmente explicando sus insatisfacciones y una característica de quienes comparten con él, es que le "contradigan tratando de convencerlo con razones lógicas", corrigiendo lo que para ellos son equivocaciones… intervención que no sirve de nada, porque este síntoma de la enfermedad no es una elección personal, es un rasgo enfermizo que sin tratamiento no se puede controlar.

A veces este síntoma se acentúa más, cuando quienes acompañan al paciente no entienden que no deben de discutir o corregir… así estén seguro de las injustas apreciaciones de quien las plantea, así como en otra enfermedad el síntoma es el dolor, en la bipolaridad el síntoma es una alteración espiritual.

La base del trato con el enfermo, no debe ser la típica conclusión “Ya empezó” sino el buen trato y el respeto que se merece un enfermo, porque este comportamiento que puede alterar a los demás, no es cosa de personalidad de la persona, es una triste realidad de no saber cómo dejar una vida de alteraciones, de rechazo, de incomprensión, sin siquiera saber qué hacer para conseguir un tratamiento adecuado e incluso cómo pedir a la familia que no pierda la paciencia.

Así es como las diversas manifestaciones se expresan de distintas maneras, la depresión es algo opuesto a lo que mencionaba recién, la depresión es una manifestación de la bipolaridad de negación total, así como en la verborrea el paciente cansa con sus argumentos inagotables, en este caso, el paciente sufre de una tristeza enfermiza, que aún teniendo todo para sobrellevar una vida con normalidad, pierde el entusiasmo, vive de una soledad que le impide darse valor, sintiéndose a veces más bien perjudicado cuando le hablan que supere su estado, la depresión impide ver la realidad, será un tratamiento y un tiempo necesario lo que permite cambiar este estado.

Para quien confiesa no saber qué hacer con un enfermo del ánimo, la mejor compañía de alguien, para ese otro alguien, afectado por la confusión será el silencio, refrescar su habitación, sin exigir dar el gusto en las comidas, flores, música suave orquestada y  para quienes son creyentes la oración.

Lo único indiscutible, infinito  y sobresaliente es aquello que surge del silencio.


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