martes, 12 de febrero de 2019

La Vida es una Escuela.


De vivir idealizando los buenos sentimientos, además de sentir nostalgia cada vez que algo me causara desilusión... ese es un mundo que quedó atrás, después de experimentar mi propia bipolaridad.

Mi bipolaridad me enfrentó a una obligación en beneficio de mi salud mental,  tratar de comprender el significado de algunos términos para clarificar la raíz de mi propio sentir, factor principal para además de entenderme, dejar de pedir opinión a los demás.

Así fue cómo descubrí que mi tan evidente inseguridad, radicaba en “creer” más que tener la certeza del saber.

Es increíble como mi propia ignorancia fue la mejor inspiración, para preguntarme qué significaba "conocimiento" además de otras importantes significaciones, que en el tiempo han reafirmado el valor de mi identidad; fue así como comprobé dónde radicaba mi autonomía y mi independencia afectiva.

Y el primer comentario dentro de tanto cuestionamiento en psiquiatría, primaba la palabra Juicio.

Juicio: "Facultad del entendimiento, por cuya virtud el hombre puede distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso".

Poner atención a esto, fue encontrar el principio de lo que no entendía, que la vida es una escuela y que todo dependía y depende de mí.

Conocimiento: “Facultad del ser humano para comprender por medio de la razón la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas”.

Entendimiento: “Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad”.

Discernimiento: “La palabra discernir es sinónimo de juicio, perspicaz, distinguir, comprender, es decir, cuando una persona discierna algo debe de comprender, distinguir lo bueno y lo malo, lo correcto e incorrecto y ser prudente en su manera de actuar”.

Percepción: “Primer conocimiento de una cosa por medio de las impresiones que comunican los sentidos” (Vista, tacto, sabor, gusto, olfato, oído).

Intuición: “Habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la intervención de la razón”.

Y finalmente llegué al mejor de los puertos "Conciencia", lo que me da la libertad de dejar de lado los prejuicios, la culpa y la posibilidad de decidir quien puedo conseguir ser como individuo, como persona, como ser humano.

"La conciencia es la capacidad propia de los seres humanos de reconocerse a sí mismos, de tener conocimiento y percepción de su propia existencia y de su entorno".

"Por otro lado, conciencia también tiene una connotación en cuanto al sentido del deber, como reflexión sobre la conducta y sobre los propios actos. De allí que también tenga un carácter ético, pues permite distinguir al individuo entre aquello que está bien y lo que está mal, de modo que a la hora de obrar pueda conducirse de acuerdo a sus valores morales".

De todos mis enigmas irreconocibles y muchas veces hostiles, el detenerme a observar lo que forma parte de mi propio universo, me permite acercarme más a la armonía, al equilibrio y a reconocer que sin vida espiritual, no me acompañaría la fortaleza, para dejar pasar los misterios de la vida.




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