sábado, 16 de enero de 2021

No somos tan desvalidos...

 Analizar realidades en relación a la  propia bipolaridad, es descubrir un océano interesante donde analizar los propios porqués.

Entre tantas cosas por ordenar, otro factor de la condición bipolar, es sentirnos inseguros en relación a otras personas, incluso, muchas veces haciéndoles responsables de nuestras debilidades; todos los mecanismos desfavorables que activan los síntomas de la enfermedad, mejorarán al revisarse uno mismo. 

Cada experiencia de vida es producto de nuestro comportamiento, la prudencia con su mesura, ayuda a desarrollar la facultad de distinguir lo que está bien y lo que está mal, permitiéndonos modificar nuestras conductas.

El trastorno del ánimo como desorden mental, es producto justamente de habernos involucrado más allá de lo qué nos pertenece, principalmente al poner expectativas en otros, que no son más qué cosas de nuestra imaginación y a la vez, abandonando nuestro propio centro de cualidades, dones, talentos, además dejando de lado el darnos tiempo para aceptar y mejorar nuestros defectos; reconocer en uno mismo la razón del  porqué haber salido dañado, es un gran factor para poner mayor cuidado y moderación en las propias conductas.

Parte de la vulnerabilidad frecuente que suele verse afectada en el paciente bipolar, es aquella relacionada al entorno, pero no es el entorno principal causante de nuestras debilidades, es uno mismo quien debe cambiar sus propias reglas, para hacerse respetar y entender qué cada uno es responsable de lo que hace o piensa.

 Después de todo no somos seres tan desvalidos como pensamos, si recurrimos a la fuente de información innata "la intuición" que nos vincula con el sentido de "observación, deducción y conclusión" sin necesidad de discusión, de pedir opinión o explicaciones. 

... el silencio, también es un vehículo de comunicación, que nos conduce a la independencia y autonomía para darnos valor. 

Susana Rodríguez Hidalgo. 

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