martes, 27 de abril de 2021

Protección para apartar el miedo.

 De lo que pensamos, sentimos y compartimos con otra persona, muchas veces, no coincide con la realidad. 

Después de 3 años llama Néstor, quien la última vez que asistió al Grupo  de Autoayuda demostró retirarse disgustado, quedó en el aire lo que se fue pensando y el tampoco supo lo que pensé.

Una vez más queda claro que las reacciones como paciente no son motivo de disgusto con una persona sino qué impulsos emocionales propios de la enfermedad, que  mejoran las relaciones cuando uno da el paso para explicar lo que sintió. 

Dijo decidir romper el hielo, haciendo saber que la última vez estaba pasando por un problema existencial, el que al verlo solucionado, hoy lo tiene tranquilo y realizado, motivo que le permite retroceder en el tiempo y querer hacer saber que no ha dejado de estar agradecido de lo que recibió en el Grupo, donde encontró respuestas a lo que antes no supo que era así, que todos los asistentes vivieran la misma incertidumbre, incoherencias, temores e incógnitas que él.

Es tan cierto lo liberador que es saber qué lo que nos aplasta, no es cosa de una locura propia de nuestra naturaleza sino qué todo lo anormal que nos atormenta, es un mal que le afecta a muchas personas en el mundo y tiene una respuesta en el estudio de la medicina y en la especialidad de psiquiatría.

De todo lo que a Néstor le sirvió compartir durante bastante sesiones con otros como el, dijo haberle llamado la atención que como paciente y Monitora hubiera recomendado el Salmo 27.

Cuando uno pierde el control de su mente, de sus buenos sentimientos y buenas intenciones sin saber a quien recurrir, siempre existe esa voz interior que nos permite clamar y la respuesta aún siendo de madrugada... llegó a mis manos en el Salmo 27; el que me salvó de volverme a sentir atrapada por este dominio espiritual que pretende destruir mi paz; así es como me aferro a lo que fue y sigue siendo refugio de protección y bálsamo para mi espíritu; ningún mal se aparta mientras el hombre no busque salvación en Dios.

Una vivencia más que comparto, porque como alguien dijo, no todo es matemáticas. 

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