miércoles, 1 de agosto de 2018

Purifica el Hogar y la Familia.


Desde que conseguí mi estabilidad mi intención primera fue ayudar a otros como yo, lo que menos quise que alguien experimentara esta tremenda incógnita que nos saca de contexto.

La psiquiatría fue lo primero que me devolvió el centro de mi psiquis, me enseñó el valor de mi misma, descubrí la raíz de mi salud mental, distinguí lo importante de lo insignificante, lo intrascendente que es la opinión de los demás, la relevancia de aceptar a mi persona con defectos y virtudes; aprendí a escuchar, a no hacerme cargo de lo que no me pertenece y algo mucho más relevante, al experimentar en mi primera crisis obsesiones religiosas, saber que podía seguir creyendo en Dios.
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Como dije desde mi recuperación quise ayudar a otros, el principio de esto es que entendamos que somos enfermos afectivos, inmaduros emocionalmente y que son los miedos que nos llevan a la enfermedad y no que tenemos alguna deficiencia mental, más bien debilidad espiritual. Por eso lo antes dicho, gráfica como fue que la psiquiatría, hizo darme cuenta de mis debilidades.

Hoy me digo: "Todo tiene su tiempo, Todo cambia y Todo pasa" y en virtud de estos tres conceptos, vivo en la tranquilidad de lo real que es esto.

Hoy cuando alguien recurre a nuestros encuentros de días lunes, a veces, nos conmueve porque hay algún caso casi dramático, como el de una madre que nos hizo partícipe de su historia en relación a un hijo  bipolar, que además no está capacitado para comprender que el alcohol y la marihuana son enemigos para él y su salud mental.

Esta madre angustiada nos hace sentir a todos que queremos ayudar, pero a veces no depende de lo que nosotros queramos hacer por otros, sino que además de  la psiquiatría, quien puede cambiar por lo que afecta a una familia toda, es quien ve el problema en su totalidad, en este caso Carmen Gloria como mamá.

Rubén, a quien lleva años tratando de mejorar con médicos y terapeutas, cada día más conflictos que se manifiestan en la ira, insolencia y la constante amenaza a demostrar que no va a obedecer.

Hablé con Carmen Gloria sobre los hábitos en su casa, ella tiene más hijos sin problemas de salud mental, pero cansados de soportar… nos pusimos de acuerdo en cambiar ciertas costumbres dentro del hogar y hasta hoy han dado resultado, son actitudes sencillas que mi familia aplicó cuando nadie entendió lo que pasaba.

Ante todo guardar silencio, callar para no provocar al paciente enfermo, es un punto a favor para él y la familia, los estímulos de comunicación en estados descompensados provocan alteración. Carmen Gloria me dijo es tan difícil eso… puede ser, será menos difícil cuando ella considere que alguna vez recurrió a la oración..., callar pidiendo por la paz se logran dos cosas, la paz y la no provocación del enfermo.

Un enfermo bipolar necesita de confiar en que nada lo provocará, porque en ese estado, incluso, lo puede alterar una mirada, es real que se hace necesario evitar mirarlo directamente, porque de seguro el cuidador en su mirada refleja temor y rabia...

Entonces qué mejor que una madre aprenda a calmarse para calmar, porque de no hacer eso, se transformará en una derrotada, siendo que ella está capacitada para amar a todos sus hijos, quedamos en que cada noche, aún estando durmiendo sus hijos, le brinde un beso en la frente, gesto humilde y amoroso que llama a la paz… y en este caso el real significado de este gesto, no es otro que un amor fraternal o familiar de respeto.

Y así fue que seguimos buscando algo que diera confianza para Carmen Gloria, quien más que valentía necesita de libertad para expresar tranquilidad a sus hijos, entonces, le mencioné a la música de Mozart y comentó que cuando niños escuchaban esas melodías, las que en un volumen bajito a toda hora, incluso, para dormir permite que aún habiendo una persona alterada en la familia, todos se unan en el buen sentido espiritual, porque esa música cura, enseña, quita la depresión, la ansiedad e inspira a ser mejores persona.

Así como eso también las flores, porque ellas tienen significados subjetivos y nosotros siendo seres anímicos, las flores nos ayuda en la pureza, tranquilidad y a la armonía del hogar. Entonces, Carmen Gloria llevó flores a su casa.

Y algo purificador, no dejar de abrir cada mañana las ventanas, si no todas de una vez… hacerlo  mientras se ordena, cada habitación de la casa.

Lo demás cada cual lo guarda en su propio corazón.

"Nada es tan contagioso como el entusiasmo; mueve montañas y cautiva a las fieras. El entusiasmo es el genio de la sinceridad, y sin él  la verdad no conoce la victoria".

Samuel Taylor

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