sábado, 12 de octubre de 2019

Más Silencios menos Televisión

La experiencia que habla de la superación, evolución como persona, del conocimiento de como son las características de la enfermedad, de saber que con un tratamiento personal, el que debe conseguir el médico psiquiatra, todo esto siendo comprobado en la experiencia personal, para muchos no tiene ningún valor ni importancia, principalmente,  porque en muchas personas diagnosticadas, el foco de atención es saber si se puede dejar algún día de tomar medicamentos. 

Y otros, más que pensarlo, dejan de tomarlos o no son constantes y la lección que es tan sencilla y clara, muchos siguen no aceptándolo y suspenden definitivamente el tratamiento, sin admitir de una vez, que es de por vida y de responsabilidad personal. 

La medicación, es el principio de la propia  organización al hacerse cargo de uno mismo y de su calidad de vida, es la única manera que nuestro cerebro funcione sin alteraciones, de no tomarlo en consideración, ninguna otra intervención a favor de  la enfermedad será de utilidad sino  se toma en serio, lo que le corresponde a quien ha sido diagnosticado. 

Son muchos los casos que no obedecen a lo que los estudios científicos han conseguido como resultado en beneficio de la salud mental, recayendo por ignorancia y capricho del enfermo, los que luego comprueban que su equivocación les provoca recaídas de fuertes crisis, lo que en el tiempo, provoca una acumulación de perjuicio a nuestro sistema neurológico. 

Hace poco alguien comentó que hay un libro escrito por alguien que dejó de tomar medicamentos, lo que me dice dos cosas, una que si es así, el diagnostico de esa persona no debe de haber sido bipolaridad y lo otro, que nadie puede tener la certeza de  saber si después que hizo pública su opinión, tuvo una nueva recaída...

Más que cuestionar el tratamiento,  cambiemos nuestros hábitos de defensa por lo que nos corresponde vivir, hagamos más silencios, veamos menos televisión, seamos agradecidos, no todo gira en lo que nos frustra, cada elección que sea considerada y bien pensada por la tranquilidad, no es difícil  aprender a vivir, sólo hay que saber escuchar al propio cuerpo a cuidar de lo que pones en tu mente, y alimentar con la pureza al espíritu.

  • Sin olvidar que nuestra existencia, no está a disposición de lo que venga de afuera. 

Cuando queremos renovar las cosas viejas que no nos sirven,  las eliminamos y de a poco las cambiamos por otras nuevas, así se hace también con los pensamientos viejos.

Renueva tus diálogos con palabras amables, evita a quienes no están en sintonía contigo, busca a personas que estén dispuestas a respetarse entre sí y no olvides que la mejor compañía eres tú mismo, porque todo lo que anhelas vive en ti, solo te falta reorganizar tu conciencia de autosuficiencia, para felicitarte de lo capaz que eres. 


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