domingo, 24 de noviembre de 2019

Cambia Tu.


No es una frase cliché aconsejar, "Para que todo cambie primero tiene que cambiar uno"

Mostrarle a alguien qué cosas debe cambiar de su persona, sería anular su capacidad de discernimiento.

Discernir se refiere a la facultad que tenemos para distinguir de manera racional bien  y mal, además de la condición innata como ser humano de percibir a través de los cinco sentidos y del propio espíritu, la verdad del error. 

Del error y de acuerdo a mi apreciación, podría decir qué lo que nos impide salir de él, es la queja. 

Vivimos a la espera que nos quieran, nos comprendan, nos ayuden, no nos exijan, como tampoco que nos compliquen, porque no nos sentimos capacitados para hacernos cargo de nosotros mismos y sin embargo tenemos la capacidad para hacer culpables a los demás de nuestra desdicha, siendo nosotros mismos culpables de no reconocer nuestros propios defectos. 

Nos hacemos víctimas y no nos hacemos compresivo con quienes sufren por nosotros o por poner empeño en ayudar a los profesionales a que logren su gran propósito, vernos autosuficientes.

Hablamos mal de quienes nos ayudan, lo que habla pésimo de nosotros mismos. 

Quien busca que alguien lo haga feliz, vivirá en la infelicidad. 


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