domingo, 10 de septiembre de 2017

Lo Que Tú Generas.


Conversaba con Conrado, un paciente que después de una vida de regalados momentos, todo cambió y lo que más le duele es darse cuenta que quedó solo y que ni a quienes ayudó por cualquier tipo de bienestar, aún siendo familiares, ya no están con él.

De estas realidades se puede deducir la importancia en darle el valor a la propia existencia, Conrado hoy no tiene nada que ofrecer en lo material, entonces, no sirve para acercarse a él, estas verdades son la más propicias para madurar, para no sentirse solo, postergado o abandonado, porque es una enseñanza propia de lo que fue y que hoy debería servir para reafirmar la personalidad, más que para sentirse decepcionado.

Cuando se es entretenido o se puede invitar a los demás, dando todo porque no hay egoísmo, es muy propio que cuando eso cambie la compañía desaparece, porque se termina el capital, ya sea económico o de buen ánimo, aparece el desinterés cuando la vida de otro se marchita y las palmadas en la espalda, que tantas veces reafirman, también se apagan.

El trayecto de vida, pareciera ser una escuela donde tarde o temprano aprenderemos la mejor verdad, no creer en otros, sino lo que puede ser un buen lema “Creer en ti” sí, porque "todo lo que ocurre en tu vida, es lo que has admitido tú que ocurra"

La madurez a veces es posible conseguirla a través de los errores y nos puede servir para hacernos cargo de lo que nos sucede y para no seguir haciendo cargo a lo que vino de fuera.

A veces nos distraemos buscando respuestas en otras personas las que nunca llegan, más que encontrarlas en nosotros mismos.

Es momento de reconocer que “todo lo que ocurre en tu vida es producto de lo que generas tu mismo” y es tan real y necesario considerarlo, para elevar anclas y emprender un nuevo viaje de visión y expectativas como nuevo desarrollo personal.

Si hoy piensas que te abandonaron, te debilitará, si crees haber sido utilizado, seguirás disminuido, si piensas que no lo debiste hacer, te sentirás arrepentido, deja de sumar y restar tu pasado y detente a mirar desde la cumbre que lo que diste a los demás, es producto de lo que decidiste y que todo lo que hoy ocurre es resultado de lo que en un momento te dio satisfacción y que si hoy lo vives como equivocación, sirve para cambiar la manera de cómo decidirás finiquitar de aquí en adelante tus propias cosas.

Separar lo que nos duele de lo que nos da satisfacción, es recurrir al propio juicio y así poder elegir de qué vivir. 

Un hombre que no piensa por sí mismo, no piensa en absoluto.-

Oscar Wilde.

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