sábado, 30 de septiembre de 2017

Coincidencia real.


Las conductas, los miedos, las decepciones, nos provocan reacciones iguales como seres humanos, en general cambia el contenido, pero a veces hay coincidencias que no sólo me sorprenden a mí, esta vez a dos pacientes varones que no se conocen y se vuelven protagonistas de historias similares, coincidiendo además en buscar apoyo a través del mismo camino... y que sus verdades sirven, para comprobar que no se está solo ni todo está perdido.

Rodrigo es un paciente de 42 años quien escribió para contar lo que le aflige, al sentir que estaba perdiéndolo todo... desde hace más de dos meses, que hemos compartido en los encuentros del Grupo de Autoayuda, donde la ayuda en opinar y en comprender es mutua; no dejo de seguir acompañando por correo a quien lo siga necesitando y Rodrigo ha respondido a mi confianza depositada, que no es otra, "que el mismo responda a su decisión de cambiar el rumbo de lo vivido" y para eso, "no se distraiga para que sepa elegir"...  y ahora, escribió Juan Manuel a este Blog. en busca de orientación; al enterarme de su vida a través de lo que escribe, le conté que él y Rodrigo, ellos dos, tienen la misma historia en relación a sus confusiones, a sus malas decisiones y al diagnóstico médico de una bipolaridad y hoy además, coinciden en que enfrentan con el mismo principio y  determinación, demostrarse a sí mismo, mejorar el destino de sus vidas a través de su fe en Dios, además de seguir el tratamiento.


Ellos dos, por mi persona, se han enterado que sus propias realidades son en común y pronto desean comunicarse, mientras tanto les embarga la emoción de ser un espejo de la misma realidad… de esta historia, no hay intención de impresionar, de especular, ni de jugar con  los sentimientos de nadie, sino demostrar que a pesar de una adicción o de personalidades fabricadas para vencer temores, llega el momento y la necesidad de reencontrarse con su origen y también de ver por los demás.  

 Juan Manuel reside en una Región de Chile, después de enterarme de su razón de compartir su verdad y de conocer parte de su pasado, quise preguntarle: ¿Qué te propones para hoy y el cercano mañana?

Y José Manuel relató a través del correo esto:

-Hace un año que  he decidido seguir el camino de ese Dios fiel que sin duda ha estado conmigo durante toda mi vida.

También,  como Rodrigo sólo veo mi salida en él.  A pesar de los estados creo que Él me restaurará por completo.

Recuperar lo perdido,  hoy quiero ver un nuevo Juan Manuel , un Juan Manuel tranquilo, sin ansias, disfrutando de las cosas simples que Dios ha creado para mí; cuando hago esa introspección de la que me hablas , me encuentro con un Juan Manuel  autosuficiente,  ensimismado, improvisador sin planificar, gustoso del vértigo pero por sobretodo con la necesidad de un baño de humildad interior (sin títulos, logros, costumbre del palmetazo en la espalda, respaldando ese ego venenoso y extralimitado), humildad que quizás todos ven, pero muy dentro de mí sé que carezco y debo desarrollar y, el dolor muchas veces nos debe enseñar.

Entender que Dios tiene un propósito para mí,  los míos, y  muchas personas que necesitan de  una oreja, una mano,  un hombro,  pero ya no sustentado en lo que YO por mis fuerzas, habilidades y competencias pueda tener, sino por lo que su amor puede hacer a través mío. Una reingeniería con nuevos sueños y proyectos. Estar bien para mí y así  para los míos,  mis hijas, mis padres, la compañera que Dios tiene para mi vida y los que me necesiten.

Un Juan Manuel estable, calmo,  consciente de que habrá dificultades en la vida,  pero que  cuando logra descansar en Él todo es posible...

 Con respecto a la contingencia médica, al parecer no fui muy claro al principio con respecto a la atención en donde vivo. Yo desde mi primer diagnóstico de bipolaridad el 2014, acudí a otros especialistas en un viaje a España donde una gran amiga (que fue mi pareja hasta hace poco acá, con planes de casarse,  pero no soportó mis estados depresivos, cosa que es totalmente comprensible, aunque lo intentamos...)

 Ella me brindó la posibilidad de verme allá y me diagnosticaron Depresiones Recurrentes y que no tenía bipolaridad, tiempo que gocé de mayor bienestar ya que se centraron en la terapia cognitivo conductual que me ayudó mucho hasta que volví a una vida nada de saludable, el segundo semestre del 2015 con consumos y mala vida.   

Por qué hago esta referencia, ya que mientras he tenido acompañamiento terapéutico más que farmacológico mi estado ha sido de mucho bienestar (eutimico). Ese acompañamiento es el que acá no se cuenta en la Región donde vivo. Estoy en un Cosam viéndome con psiquiatra y medicado pero 0 terapia, no hay psicólogos disponibles y pagar me es imposible hoy, ya que no puedo asumir ningún trabajo formal.

 Hoy quizás no asumo aún el diagnóstico, no lo tengo claro, pero la profesional me dice que tengo el Tab II. Creo en el proceso de depuración que Dios está haciendo en mí y ese milagro no sé cómo ni  cuando, dentro del milagro está poder establecer contacto contigo. Hoy quizás es duro pero creo que Él tiene todo sobre su  control.

Aspiro ver a ese Juan Manuel calmo, confiado en Dios, menos ligado a las cosas terrenales, más conectado con lo trascendente y eterno que es la esperanza que Dios nos brinda. Amo enseñar y creo que es el don que Dios me dio. Sueño concretar ideas y proyectos propios, poder disfrutar a mis hijas sin complejos y finalmente poder mostrar un Juan Manuel  tal cual, más puro, más al natural sin imágenes ni auto exigencias. Como dice la biblia, sólo con un corazón dispuesto. Morir a ese Juan Manuel  añejo y empezar a vivir como un nuevo ser. Dice la palabra que "La esperanza no avergüenza" y en esa esperanza me sustento.


Gracias,  estamos en contacto, me ha hecho muy bien establecer este contacto contigo.


Dios es bueno...

PD: me encantaría poder contactarme con Rodrigo

Bendiciones   Juan Manuel.

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir éstas experiencias de vida, y gracias por hablar de la fe que cada uno puede tener, en lo que sea: en Dios, en Ala, en las energías, en las piedras, en lo que sea.
    Ojalá algunos especialistas de la salud mental respetaran esa fe, esa confianza, ese deseo en apegarse o en encontrar consuelo y seguridad en un ser superior, que quizá para ellos no exista, pero que definitivamente es parte del proceso del paciente.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta que seas tan considerada y agradezcas las publicaciones, en relación a la fe, por mi parte, después del impacto de mi primera crisis, fue imposible no reconciliarme con Dios Padre y es a Él, que le tengo que agradecer todo, incluso cada palabra expresada aquí en mi Blog.

    En relación a la influencia que pueda tener el médico en la fe del paciente, en mi opinión, no se le puede hacer responsable de eso, el paciente en general pierde la fe creyendo que Dios castiga o no existe y entonces, pasa a ser un algo muy personal cómo llevar la vida espiritual.

    Lo que me sorprende de José Manuel y Rodrigo, que siendo varones, hoy tengan esta manera férrea de poner ante todo en su vida, su fe. Saludos afectuosos.

    ResponderEliminar