Ansiedad y Frustración.

Hay dos puntos que de no reflexionar, serán zancadillas para caer en los estados enfermizos de la bipolaridad.

Uno la Ansiedad, otro la Frustración.

Ansiedad: “Estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad”

“Angustia que acompaña a algunas enfermedades”

“La angustia es un sentimiento o estado emocional que se caracteriza por la pena y funciona como respuesta hacia un peligro desconocido”

Frustración. “Imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo”

"Sentimiento de tristeza, decepción y desilusión que esta imposibilidad provoca"

El paciente bipolar tiene la obligación de reconocer sus propios estados y debe considerar que las respuestas no solo se encuentran  en la medicina, en la psicología o en la opinión de los demás, lo más relevante está en saber cómo sobrellevar su salud mental,  poniendo atención a la propia experiencia en la enfermedad y desde ese escenario, aprender a salvar los estados de ánimo.

Es muy propio en las personas ansiosas, competitivas, soberbias, que aunque estén de acuerdo cuando en grupo revisamos estas sentencias, demuestran tener claro lo "perjudicial que resulta no mantener una posición justa" y consciente ante las expectativas o los deseos, pero basta que se presente la gran posibilidad de un nuevo proyecto, para no controlar el impulso de ansiedad y expectante a un posible frustrado final.

Entonces, de no entender cada uno de lo que necesita en el diario vivir, ¿quién puede apostar por lo que ocurra en nuestra vida afectiva? todo lo que nos afecta, viene de lo que nosotros provocamos a través de lo que sentimos, calmarnos con entusiasmo a través de la paciencia y de la sumisión, es el mejor mecanismo para no activar la ansiedad y la frustración.

La realidad en relación al éxito de un paciente bipolar, necesita de considerar que lo que no pudo ser en un momento, se cumple en otro instante.

“Procurando lo mejor,

estropeamos lo que está bien.”

William Shakespeare