miércoles, 18 de octubre de 2017

Todos LLevamos un Nombre


Algo que me inquieta en relación a la búsqueda de la sinceridad, es encontrar una respuesta coherente, al porqué hay quienes no quieren nombrar a Dios por su nombre.

Sí, es así, cuando la gente se refiere a Dios, lo llama por "el de arriba", "el universo", "la energía", "algo superior", "algo que existe", etc., menos, mencionar a Dios por su nombre.

Tratando de aclarar esto, alguien me dijo, yo, le digo Universo y le pregunté por qué... Porque yo le digo así, por eso.

Entonces, agregué, ¿cómo es tú nombre? Claudia...Sabes, Claudia, desde ahora te llamaré Universo y dentro de nuestro agradable  momento de comunicación, llamé a Claudia por Universo.

Y Claudia se incomodó, no lo aceptó, le pareció fuera de lugar y es cierto, ella no se llama Universo, se llama Claudia, y Dios tampoco lleva por nombre Universo, su nombre es Dios.

¿Por qué entonces a Dios no se le llama por su nombre? 

Además de eso, cada vez que uno menciona a Dios, no falta quien participe de la conversación, pero en sentido figurativo, en tono despectivo y de juicio de valor.

¿Por qué?, si para ellos no existe, aún creyendo que es así, demuestran un notorio afán de negarlo, con actitud de superioridad, como si Dios, no tuviese la capacidad de amar por igual a todos sus hijos.

Cualquier actitud puede ser normal, dentro de lo anormal que nos permitamos ser, pero estar en contra de lo que no se cree, no me resulta coherente.

Si no crees en Dios, sigue tu camino, pero comprende a quienes lo aman, respetan y son agradecidos de Dios.


2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo: la mesa se llama mesa, el sol es sol y Dios es Dios.
    Ese cuento de las nuevas eras, de los elementales, de mi energía y esas cosas son solo palabras que no nombran a nadie o nada en particular, solo generalizan, meten una cantidad de cosas que no se saben de donde salen.
    Y lo otro es que los profesionales de la salud y en especial a los de la salud mental aprendan a respetar las creencias de cada persona que les consulta, por qué querer negar esa parte del "paciente", por qué mirarlo raro y atreverse en algunos casos a preguntar si su creencia en Dios es parte de un delirio religioso, cuando usted mencionó que parte de su proceso es la fe en un Dios que le acompaña, le consuela y en quien confía?
    Dios existe aunque no lo veas, y te ama aunque no le veas o quieras reconocer.
    Como siempre digo: es tan amoroso y considerado que no te invade, que te observa con amor y solo espera que tu decidas si es que lo haces a conocerlo, a dejarte inundar de su amor y su misericordia.
    Ese es verdadero amor, el que espera, el que acompaña, el que atiende en la distancia...

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  2. Gracias por dejar tu verdad aquí… que gozo espiritual me causan estas palabras.

    “Ese Dios verdadero amor, el que espera, el que acompaña, el que atiende en la distancia…”

    Escribiré sobre tus inquietudes que como paciente también me han afectado.

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